HISTORIA DEL ARTE
El hombre en la antigüedad el hombre, ha manifestado de diferentes maneras, sus diversas formas de percibir el mundo, su entorno, su universo y sus emociones. Prueba de ello son las culturas que se desarrollaron en la edad antigua entere ellas están la cultura china, egipcia, indú, romana, griega, maya, azteca, e inca las cuales se destacan como unas de las más importantes tanto en Europa, Asía y América
EDAD ANTIGUA.
Prehistoria Arte prehistórico
Las imágenes recientemente descubiertas tienen uno 1,6 millones de años de antigüedad, durante el período medio de Achelense. Esta pieza hallada en Marruecos, tiene cerca de seis centímetros de largo y se asemeja a una figura humana. Aunque este objeto marroquí pudo haberse creado mediante procesos geológicos naturales, parece exhibir rastros de trabajo humano con herramientas, además de evidencias de estar pintada con “una sustancia grasienta” en la superficie de la piedra, con restos de una mezcla del hierro y del ocre llamado manganeso, e indica que fue adornada por alguien y la utilizó como figurilla, sin importar cómo pudo haber sido formada. Sin embargo, sigue siendo muy discutida la identificación del objeto como evidencia de una expresión artística humana.
Los descubrimientos en Blombos, situado en Sudáfrica, han cambiado la historia del arte. Las piedras descubiertas, adornadas con complejos dibujos rojos, muestran que el antiguo Homo sapiens era capaz de plasmar ideas abstractas y crear arte. Estos impresionantes trabajos datan de 70.000 años, es decir, unos 50.000 años antes que los de Lascaux en Francia. Aunque la datación de los objetos de Blombos es correcta, no hay suficientes indicios de que sean representativos de un avanzado comportamiento cognitivo, similar al arte posterior de Europa. Varios arqueólogos, incluyendo a Richard Klein de Stamford, tienen dudas de aceptar las cuevas de Blombos como el primer ejemplo de arte.
Arte De La Edad Antigua
MESOPOTAMIA
Arte de Mesopotamia
La civilización de Mesopotamia se desarrolló en su plenitud mil años antes que la cultura egipcia. En uno de los valles más fértiles y con mejor climatología del momento, entre los ríos Éufrates y Tigris, tuvo lugar, el comienzo de la escritura "moderna", apartándonos de los sistemas de escritura primitivos que se conoce.
Hasta finales del siglo XIX apenas se conocía el arte mesopotámico, ya que es uno de los que menos obras se conservan, en vista de que utilizaban materiales poco duraderos, como el adobe y el ladrillo.
Sus obras se caracterizan por simplificar la realidad para comprenderla de la mejor forma posible. Para ello utilizan figuras geométricas y es muy marcado el uso del cilindro y el cono en la representación de las figuras humanas, siempre con las manos en posición de oración. Es destacable el colorismo de su cerámica y el uso de conchas de animales marinos para resaltar zonas como los ojos.
Arquitectura
Características: El arte mesopotámico
tenía carácter cívico: tiene palacios, templos y servicios públicos; tales como
murallas, canales de riego, puentes, puertas y fortalezas. También combina el
sistema de platabanda y dintel con el de arco y bóveda.
Como en la región no había piedra y la
madera era escasa, emplearon el ladrillo ( hecho de adobe). Como el ladrillo es
un material algo frágil, los muros se fabricaban gruesos y sin apenas
aberturas; de manera que la apariencia de la edificación es maciza, pesada y
monótona.
Debido a las periódicas inundaciones que
eran favorables a los cultivos, los edificios solían construirse sobre
terrazas.
Las paredes se cubrían de relieves en
colores siguiendo esquemas muy simples, en particular los de repetición y
simetría.
Monumentos Principales:
a) El Templo: Consiste en un gran patio
amurallado que en el espacio correspondiente a uno de sus lados menores lleva
lo que va a ser su elemento más característico: el Zigurat.
El Zigurat es una torre cuadrada de varios
pisos escalonados, en cuya cima está el santuario. Las caras se orientan hacia
los cuatro puntos cardinales y se sube a los diferentes niveles por medio de
una rampa que rodea los cuatro lados, o por dos escaleras simétricas que trepan
por el frente a los laterales.
En su construcción se empleaban materiales
muy ricos: mármol, alabastro, lapislázuli, oro y cedro.
b) El Palacio: No existe una forma
prevista para el palacio. Tampoco es un edificio, sino una serie de
edificaciones prismáticas de distintos tamaños unidas entre sí por pasillos,
galerías y corredores con amplios patios intermedios y con murallas alrededor.
Consistía en una sencilla construcción cuadrangular con un patio central por el
cual recibía luz y ventilación. Se alzaba sobre terrazas de ladrillo a las que
se subía por escaleras y rampas con desagües para protegerse de las
inundaciones y de la humedad. Las puertas, cuyas hojas solían ser de bronce,
estaban flanqueadas por estatuas y toros alados con cabeza humana a los que se
les atribuían poderes protectores. Las paredes interiores se decoraban con
pinturas al fresco sobre enlucido de cal, o con revestimientos de ladrillos
esmaltados de colores vivos y relieves. Algunos de los palacios más importantes
fueron los de Nínive, Korsabaad y Nimrud.
c) Las Murallas: Las ciudades estaban
guardadas por gruesas murallas de paredes verticales y cortadas en ángulos
rectos, reforzadas de trecho en trecho por torres cuadradas. El paso se hacía
por puertas fortificadas. El pasaje de estas puertas era de bóveda de medio
cañón, en ambos lado se colocaban las habituales estatuas protectoras.
d) Las Tumbas: Desde el punto de vista
arquitectónico, la tumba no ofrece gran interés, pues es un simple hipogeo con
bóveda de ladrillo y varias cámaras, que se manifiesta al exterior por algún
pequeño monumento sin valor artístico. En su interior se ha encontrado un ajuar
funerario muy rico: cadáveres de damas, músicos, criados, cocheros y guardias
inmolados en número grande que revelan las bárbaras costumbres fúnebres de
estos pueblos.
Escultura
Características: En la escultura los
habitantes de Mesopotamia emplearon basalto, arenisca, diorita y alabastro.
También trabajaron algunos metales como el bronce, el cobre, el oro y la plata,
así como piedras preciosas en las piezas más delicadas y en las labores de
incrustación. En sus sellos cilíndricos usaron piedras de todas las clases,
como lapislázuli, jaspe, cornalina, alabastro, hematites, serpentina y
esteatita. No obstante, algunas de estas piedras escaseaban en la zona, por lo
que tuvieron que importarlas. Otra importante forma de expresión fueron los
sellos cilíndricos, delicadamente grabados en piedra. La mayor perfección en
esta técnica la habrían alcanzado los acadios.
La finalidad de este tipo de arte, era
social y religioso, por lo cual su finalidad era utilitaria. Su temática era el
retrato de los dioses, reyes o altos funcionarios, en cuya ejecución domina la
idea de duplicación. Respondía a las leyes de verticalidad, frontalidad y
simetría, aunque no conocieron la perspectiva. Había también estilización de
las facciones, cabellos y barbas (de cabello rulo).
a) Estatua: Es una réplica de la realidad,
que incluye también el tamaño. Sin embargo, este realismo lleva la impronta
subjetiva del artista, que le imprime una simbología, o un significado que va
mas allá de lo estrictamente visual. La estatua es quizás, la categoría
artística en la que el mundo mesopotámico se hace reconocer con mayor evidencia:
en sus concepciones en sus caracteres, en su manera de traducirse en arte. Su
patrón es el siguiente: manos unidas cruzadas sobre el pecho, cabeza afeitada y
el torso desnudo o cubierto por un manto. Su temática estaba basada en los
protagonistas de ese mundo de poder y de fe del que el arte mana y del que es
expresión
b) Bajorrelieve: se usaba para narrar las
grandes hazañas militares, los sucesos cívicos y familiares, y los motivos
religiosos. La figura humana es representada de perfil con algunos rasgos
frontales, como lo son los ojos y el torso. Los animales son esculpidos también
de perfil, y con un realismo impresionante.
Pintura y Relieve
Características de la pintura: Fue
estrictamente decorativa. Se utilizó para embellecer la arquitectura. Carece de
perspectiva, y es cromáticamente pobre: sólo prevalecen el blanco, el azul y el
rojo. Uso de la técnica del temple. Se puede apreciar en mosaicos decorativos o
azulejos. Los temas eran escenas de guerras y de sacrificios rituales con mucho
realismo. Se representan figuras geométricas, personas, animales y monstruos.
Se emplea en la decoración doméstica. No se representaban las sombras.
Características del relieve: Fueron
frecuentes en las plaquetas o estelas narrativas y algunas de estas estelas
tienen textos cuneiformes. Son obras detallistas y minuciosas. Refleja notable
naturalismo. Se distingue la separación de los asuntos divinos de los humanos.
El rey es plasmado en escenas de guerra, banquetes o caza; una figura aparece
siempre erguida, lo que hace destacar su poderío.
Orfebrería
La orfebrería mesopotámica constituye uno
de los hallazgos más interesantes de las excavaciones de tumbas reales y
templos. El trabajo de los metales era una de las actividades artísticas más
importantes en los pueblos mesopotámicos.
Entre los valores más preciados de este
tesoro se cuenta el tocado de una de las sesenta y cuatro cortesanas enterradas
en el sepulcro real, de una suntuosidad y un diseño exquisito, en el que
finísimas láminas de oro imitan hojas y pétalos de flores. Restos de vajilla
labrada en oro y numerosísimas estatuillas de cobre, uno de los metales más
trabajados, así como collares y brazaletes de cornalina, lapislázuli y plata e
instrumentos musicales con piedras preciosas completaban el tesoro más antiguo
del mundo oriental.
En las formas y el modelado del metal se
descubre un naturalismo de cierta ingenuidad, con obsesión por el detalle
ornamental. Se hace difícil un estudio del estilo general de la orfebrería
mesopotámica debido a la gran variedad de pueblos y culturas que poblaron
sucesivamente el territorio.
Sin embargo, en todos los objetos se
descubre el valor de las fuerzas de la naturaleza y la esperanza del hombre en
una vida después de la muerte, algo que explica que los objetos más valiosos se
encontraran en los sepulcros.
ANTIGUO EGIPTO
Las pirámides de Giza, un ejemplo de antigua arquitectura monumental.
El Escriba sentado (detalle). Escultura datada de la Dinastía V.
Papiro ilustrado con una batalla, de la época de Tutankamón.
Arte del Antiguo Egipto
Una de las características del Antiguo Egipto es su singular arte, con obras monumentales que generalmente tenían carácter simbólico funerario o religioso.
Gracias al seco clima de Egipto y a ser enterradas por la arena del desierto, nos han llegado en aceptable estado de conservación multitud de auténticas obras de arte, a pesar de la utilización de los monumentos como canteras, las guerras o los innumerables saqueos de tumbas y templos.
Asombra la perfección, delicadeza y monumentalidad del arte egipcio, con un estilo característico que surge en los primeros siglos y permanece casi inalterado en tres milenios de cultura.
Pintura y bajorrelieves
Se caracteriza principalmente por presentar figuras yuxtapuestas en planos superpuestos. Las imágenes se representan con criterio jerárquico, por ejemplo: el faraón tiene un tamaño más grande que los súbditos o los enemigos que están a su lado. Predominaba el "canon de perfil" que consiste en representar la cabeza y las extremidades de perfil pero los hombros y los ojos de frente
El relieve logra su efecto mediante el
modelado, la luz y las sombras, mientras que la pintura lo consigue con la
línea y el color; pero las técnicas de la representación son básicamente las
mismas en una y otra, ambos se sirvieron también del color. El relieve puede
ser alzado o en hueco. En el relieve alzado se excava la superficie que rodea a
las figuras hasta una profundidad que puede alcanzar los cinco milímetros, de
modo que los personajes y figuras destacan sobre el fondo. En el relieve en
hueco, hundido o inciso, los perfiles de las figuras se graban en la
superficie, que permanece, quedando las figuras modeladas dentro de la misma.
El relieve alzado se empleaba, por lo general en los interiores, dejando para
los exteriores el relieve en hueco, que destaca más al sol. Hubo, sin embargo,
variaciones de estilo en los distintos periodos; el relieve en hueco resultaba
también mas barato.
Las principales construcciones religiosas
y las mejores tumbas privadas estaban decoradas con relieves. La pintura se
empleó en las tumbas privadas, cuando la roca de baja calidad hacía imposible
el relieve, o bien para economizar o cuando la obra no era permanente y la
superficie que había que cubrirse no era la adecuada para la labor de relieve,
como en las casas privadas y en los palacios reales, construidos con adobes.
Pero, aunque la pintura ocupase un lugar secundario, existen numerosas y
magníficas obras pictóricas, cuyas técnicas estimularon a los artistas a
trabajar con mayor libertad en el relieve,
Un tercer tipo de representación, aunque
muy poco habitual, es el taraceado. En Maidum, un pequeño grupo de escenas
sepulcrales de la IV dinastía está hecho con pasta coloreada introducida en la
piedra, mientras que en tiempos postreros fueron los vidrios y las piedras de
colores las que se incrustaban de modo similar, principalmente en objetos
pequeños, así como para dar los detalles de los relieves más elaborados. Fue un
método típico del período de El-Amarna.
En Egipto, la escritura y la
representación estuvieron estrechamente ligadas. Los signos jeroglíficos eran a
su vez pinturas, cuyos convencionalismos —además de los lingüísticos y
ornamentales que rigen su yuxtaposición— no diferían mucho de los que son
propios de su representación.
A la inversa, la mayor parte de las
pinturas contienen textos jeroglíficos que pueden comentar la escena,
proporcionando información no pictórica, o pueden prevalecer por completo sobre
el componente visual, tal como ocurre en algunos relieves de templos. En los
relieves sepulcrales, la figura principal es un jeroglífico grandemente
magnificado que reemplaza a un signo omitido en epitafio que da el nombre de la
persona. Figura y texto aparecen así en mutua dependencia.
Pinturas y artes decorativas
La pintura egipcia presenta los mismos
defectos y las misma cualidades que la escultura. En general, solo complementa
el efecto del modelo de los bajorrelieves; pero es testimonio de una
maravillosa interpretación de la armonía de los colores. Procedimiento con
tonalidades uniformes, ignora por completo la perspectiva y el claroscuro; los
matices son casi siempre convencionales, como lo es casi siempre el dibujo. De
todas formas, el trazo es de notable habilidad, y la pintura egipcia, por las
escenas que representa, es una mina inagotable de preciosos documentos.
Los artistas egipcios fueron admirables
decoradores. crearon objetos de adorno en todos los ramos del arte decorativo:
alfileres para los cabellos, pectorales, pieles, frascos para perfumes, útiles
de tocador y joyas de oro incrustadas en piedras y esmaltes, maravillas de
gusto y de estilo en las que aún hoy se inspiran los mejores decoradores.
Técnicas en la pintura, el relieve y la
escultura: En la obra artística de 2 o tres
dimensiones la base era el dibujo preparatorio. Se utilizaba pautas
cuadriculadas o conjuntos de líneas de guía para asegurarse una representación
cuidada y precisa. Hasta la XXVI dinastía, las pautas del cuerpo humano se
fundamentaban en el tamaño del punto de la figura, que se dibujaba en el
ángulo, y que se relacionaba proporcionalmente con todas las otras partes del
cuerpo. En teoría, la pauta tenía que rehacerse para cada figura de diferente
tamaño; pero en la practica las figuras menos importantes se dibujaban a menudo
a mano alzada. Los dibujos preliminares se inscribían dentro de estas pautas, y
se convertían en un producto acabado mediante un largo proceso de corrección y
elaboración. Evidentemente, los artistas trabajaban en grupos y probablemente
se especializaban en sus respectivos cometidos.
Las pinturas se llevaban a cabo mediante
ese proceso, un fondo de piedra o de argamasa preparado y enlucido con una capa
fina de yeso. Los relieves se tallaban primero y después se pintaban. Ello
comportaba la realización de un boceto y el tallado previo y luego de los
dibujos que servían de base a la pintura.
Las obras de esculturas partían de bloques
cuadrados, cuyos lados principales servían de superficies para las pautas y
dibujos. Después la piedra iba siendo tallada sobre la guía del dibujo, y a
medida que la obra progresaba se iban renovando una y otra vez los dibujos.
Existen obra inconclusas que aún contienen la línea marcada del eje vertical
por el centro de la cara. Como en el relieve, los estadios finales comprendían
el pulido de la superficie, para eliminar las marcas de las herramientas, y la
aplicación posterior de una capa de pintura.
Las dificultades técnicas de la escultura
variaban notablemente según los materiales empleados, aunque los egipcios
llegaron a dominar con las herramientas sencillas hasta los materiales más
duros de que disponían. Está labor, que no escatimaba esfuerzos, fue el factor
principal de éxito.
A principios del período dinástico ya se
dominaban todas las técnicas fundamentales, de modo que el desarrolla artístico
consistió principalmente en la elaboración de las formas representativas, y en
la iconografía y la composición. Las herramientas básicas eran sierras de cobre
(más tarde de bronce), barrenas y cinceles que se empleaban junto con arena
húmeda, sustancia abrasiva a la que se debía la mayor parte de la incisión; se
utilizaba también martillos de piedra muy dura. Éstos podían tener distintas
formas; un ejemplar hallado en la Gran Pirámide tiene aproximadamente la forma
y el tamaño de una pelota de tenis. En la escultura en madera, las herramientas
y las técnicas usadas eran las mismas de la carpintería. Los instrumentos de
hierro aparecieron hacia el año 650 a.C.
En las grandes obras escultóricas, los
problemas técnicos se convertían en problemas de ingeniería. Las primeras fases
de la labra de una escultura colosal tenía que más ver la obra de un cantero
que con la de un artista. Tales estatuas probablemente eran transportadas en
una fase próxima a la terminación, para aligerar su peso en la medida de lo
posible, y se remataban finalmente en su destino definitivo. Su transporte
implicaba la construcción de caminos y de barcos especiales, así como grandes
trabajos de movimiento de tierras para situarlas en su emplazamiento
definitivo.
La labra egipcia de la piedra produjo
estructuras excavadas en la roca con técnicas afines a las de los canteros,
montículos sólidos –las pirámides– y estructuras más convencionales y exentas.
Es el trabajo de estas últimas el que vamos a describir ahora.
Sabemos muy poco de cómo se hacían los
proyectos y planimetría de los emplazamientos; la mayor parte de las
reconstrucciones que se han hecho de tales procesos son especulativas. Como
quiera que se llevasen a cabo, lo cierto es que revelan una enorme experiencia
para mantener un plano y un alzado precisos en el caso de una gran pirámide, o
para construir los muros inclinados de un pilón.
Los cimientos de las construcciones
egipcias eran a menudo sorprendentemente someros, consistiendo en una zanja
rellenada de arena, y con unas hileras de tosca sillería en la parte superior
(es probable que la arena tuviese a la vez valores simbólicos y funcionales).
Sólo en el período grecorromano se emplearon cimientos sólidos de mampostería
propiamente dicha, muchos de ellos con los materiales de derribo de
construcciones anteriores demolidas para levantar otras nuevas.
En la mampostería, el mortero se usaba muy
poco. La técnica consistía en colocar una hilada de bloques, nivelarlos en la
parte superior y cubrir la superficie con una ligera mano de mortero, cuyo
objetivo primordial era el de actuar como lubricante sobre el que se deslizaba
y asentaba la hilada siguiente. Las caras inferiores y probablemente las juntas
salientes de los bloques se labraban antes de su colocación. Cada bloque se
empotraba directamente en el inmediato, pues las juntas saliente no siempre
eran verticales ni formaban ángulo recto con la superficie. Incluso un solo
bloque formaba a veces un ángulo interior, y los niveles de las hiladas
horizontales quizá se mantenía solo en una distancia corta. En las juntas
horizontales, por detrás de la superficie, a veces se colocaban abrazaderas de
madera para proporcionar una mayor solidez o para prevenir deslizamientos
mientras se colocaba el mortero. El propósito principal de toda la compleja
técnica de las juntas era probablemente reducir al mínimo los materiales de
desecho y aprovechar al máximo el volumen del bloque. Los ángulos de los
bloques se cortaban a medida cuando se montaban, pero la superficie principal
se dejaba sin labrar.
Es
probable que los egipcios trabajasen sin instrumentos mecánicos de elevación;
el método básico para elevar pesos consistía en enterrar el muro que se estaba
construyendo en un montón de escombros. Esa rampa se iba continuando hasta que
los muros alanzaban toda su altura. Las piedras se desbastaban, o bien desde
las rampas a medida que se iban desmantelando éstas, o desde andamiajes de
madera, que probablemente se utilizaban en una fase posterior para labrar la
decoración en relieve. Las varias fases del trabajo de construcción
frecuentemente avanzaban a la vez, de modo que podían trabajar simultáneamente
los canteros, los proyectistas, los enlucidores, los tallistas de los relieves
y los pintores. Como la mayoría de los templos egipcios no llegó a terminarse
nunca, el estado en que quedaron los edificios inacabados quizá se consideró
normal
Escultura
Comienza a representarse a faraones y dioses ya en las primeras dinastías, alcanzándose durante la cuarta dinastía el dominio absoluto de la técnica en elegantes representaciones de porte majestuoso con acabados pulidos en materiales tan duros como el granito o la diorita. Predominaba la "ley de la frontalidad"
Respecto al arte son notables también la
escultura (carente de expresividad) y la pintura (carente de perspectiva).
Se observa en la estatuaria egipcia la
misma unidad de estilo y de técnica que en la arquitectura. Aún en las estatuas
más antiguas, la cabeza, en general, es cuidada y posee un vivo realismo; en
cambio, el cuerpo es rígido, la expresión estática; los brazos están unidos al
cuerpo, las rodillas juntas; la musculatura se indica apenas. Sin embargo, ya
desde la época menfita, la estatua toma la apariencia de vida, desaparece la
rigidez, los miembros se separan del cuerpo, y el escultor varia la actitud de
sus personajes. Algunas de estas antiguas estatuas son obras maestras de
realismo, como el admirable escriba sentado que se halla en el museo de Louvre.
Las estatuas del imperio tebano tienen más
suavidad y son más convencionales. Con el segundo imperio se expande el gusto
por lo colosal (los colosos de Ramsés II tienen más de 20 m de altura), pero
persiste el estilo de la época precedente, con cierta búsqueda de la elegancia,
en tanto que se acusa gradualmente el convencionalismo. El advenimiento de la
dinastía saíta señala un renacimiento artístico; pero se nota cada vez más en
la escultura el debilitamiento de la sinceridad y del realismo: es un arte de
imitación.
Destreza de los artesanos: Los artesanos
egipcios, que trabajaban bajo la protección real, alcanzaron un altísimo nivel
en la fabricación de muebles, de objetos de adorno y de uso diario, y en la
decoración. Ciertas técnicas, como la del trabajo en metal, tenían su origen en
Mesopotamia, pero fueron perfeccionadas en suelo egipcio. Se dispuso de grandes
provisiones de cobre del Sinaí y de Nubia, pero los trabajos en hierro y bronce
no conocieron su máximo desarrollo hasta más tarde, puesto que los egipcios no
tenían ningún acceso directo a las minas de hierro y estaño.
Los ricos veneros de oro de Nubia y del
desierto oriental de Egipto proporcionaron a los faraones medios de intercambio
comercial. Las caravanas iban y venían entre las cortes de Egipto y Tebas y las
ciudades principales de las potencias del oeste asiático; cada uno de los reyes
asiáticos ambicionaba el oro para embellecer sus palacios y aumentar su
prestigio, y cedía, a cambio, muebles taraceados, metales y piedras preciosas.
Probablemente, la materia decorativa conocida como mayólica egipcia fue también
un invento y importado del occidente asiático, aunque fuese fabricada en Egipto
desde épocas muy remotas.
El rico color azul, fue, en particular,
solicitadísimo. Dicha sustancia consiste en una sustancia de cuarzo pulverizado
recubierta de un barniz brillante. Los artesanos egipcios perfeccionaron
también la fabricación de cristal opaco, que utilizaron frecuentemente en
joyería o decoración de muebles como sustitutivo del lapizlásuli, la turquesa o
el jaspe.
Los canteros, con el mero empleo de
cinceles de cobre y taladradores, esculpían delicadas vasijas de piedra dura,
como la diorita y el pórfido; utilizaban el alabastro por la belleza de su
veteado, y el cristal de roca para la fabricación de copas de paredes tan
delgadas como la cáscara de huevo. Los carpinteros daban muestra de una
asombrosa habilidad en la fabricación de arquetas taraceadas y muebles. Los
orfebres y joyeros elaboraban aderezos de complicada factura, y se trabajó el
cobre para hacer con el diversidad de herramientas y de armas que, en manos de
los orfebres y guerreros, contribuyeron a la grandeza del país.
La arquitectura egipcia se caracteriza por su monumentalidad con el empleo de la piedra, en grandes bloques, con sistema constructivo adintelado y sólidas columnas.
Surge en una sociedad con un poder político fuertemente centralizado y jerarquizado, con una concepción religiosa de inmortalidad, al principio solo del faraón, que debía reflejar con su magnificencia.
Los egipcios fueron maravillosos
constructores. Asombra la enormidad de sus construcciones; parecen como si
hubieran querido construir para la eternidad.
Los monumentos más antiguos que se conocen
son tumbas. Las del primer período (época menfita), son la pirámide, tumba real
y la mastaba, sepultura de los señores y de los ricos. Subsisten un centenar de
pirámides: las tres más grandes son las de Kéops, Kefrén y Micerinos, que
tienen respectivamente 146m, 138m y 44m de altura. La mastaba, de dimensiones
menores, era un edificio en forma de tronco de pirámide de planta rectangular.
Construido en piedra o ladrillo, contaba en su interior con una capilla
funeraria, un recinto tapiado que guardaba todas las "estatuas" del
muerto, y un foso lleno de arena que finalizaba en la cueva donde reposaba la
momia.
De los templos de la época menfita no
quedan más vestigios que restos de capillas funerarias de las pirámides. En
cambio, los de la época tebana han dejado ruinas grandiosas en Karnak y en
Luxor, en el asiento de la antigua Tebas.
Las construcciones religiosas constituyen
casi la totalidad de las obras arquitectónicas que se conservan. No está bien
establecida la naturaleza del simbolismo que preside las construcciones
funerarias (pirámides, mastabas y tumbas cavadas en la roca), pero en los
templos el tema es relativamente claro. Es probable, que los principios fueran
similares en ambos casos. Ese cosmos presentaba unas características ideales,
purificado y separado del mundo cotidiano, siendo sus relaciones con el mundo
terrenal de mera antagonía, no de una representación directa. Lo que se
pretendía era que el morador del templo (o de la tumba) participase
simbólicamente en el proceso mismo de la creación o en los ciclos cósmicos, muy
especialmente los del sol.
Ese símbolo se expresaba en la planta y
diseño de templos, así como en la decoración de muros y techos. Donde más
fácilmente puede observase todo esto es en los templos del Período
Grecorromano, que probablemente diferían muy poco de su significado de sus
predecesores del Imperio Nuevo. La estructura está claramente separada del
mundo exterior mediante un muro macizo de adobes que la rodea y que puede
imitar o recordar el estado acuático del cosmos en el momento de la creación.
Dentro de este recinto está el pilón o
muro de entrada principal, decorado en su cara exterior con escenas del faraón
que destroza a sus enemigos. Lo cual viene a representar con seguridad magia.
El pilón o pilono es el elemento más vasto del templo; visto en sección
encierra el área que figura detrás dentro se su altura. Al mismo tiempo, sus
dos macizos laterales, con el hueco que dejan en el medio, recuerdan el
jeroglífico del "horizonte". La orientación teórica de casi todos los
templos era de este-oeste (y como se fundaba en el Nilo y no en los puntos
cardinales, las variaciones podían ser considerables), de modo que el sol
"nace" a la entrada del pilón, envía sus rayos dentro del santuario,
situado directamente en el eje, y sigue su curso a través del templo.
La parte más imponente del templo
principal es la sala hipóstila o columnada, que comprendía adecuadamente el
esquema decorativo del conjunto. Los capiteles de las columnas muestran plantas
acuáticas, y el registro inferior de los muros reproduce, en relieve, unas
plantas parecidas. Simbólicamente, la sala es el pantano de la creación. Los
arquitrabes y techos tienen relieves representando el cielo, de modo que la
decoración abarca el mundo entero. Lo que se reproduce sobre los muros es la
actividad de este mundo. En lugar de un pantano, el registro inferior puede contener
a los portadores de ofrendas que rinden pleitesía al faraón llevando los
productos de la tierra para el sostenimiento del templo. En ningún caso forma
parte del esquema principal, que es más abstracto y que consta de varios
registros de escenas, dispuestas a modo de tableros de damas, mostrando al
faraón que mira hacia el santuario, hace ofrendas y lleva a cabo unos ritos en
honor del dios.
El dios, que fija su residencia en los
templo, mira hacia afuera; las deidades reproducidas en los relieves constituyen
una gama más amplia de la que son adoradas en cada templo. Muchas escenas
reproducen los ritos celebrados en el templo, y otras tienen un significado
menor específico. En el recinto del templo, el toma y daca entre el faraón y el
dios constituye el centro de las actividades del mundo. Y la mayor parte de los
relieves del recinto sagrado tienen el mismo carácter.
Las áreas interiores tienen el suelo más
elevado y el techo más bajo que la sala hipóstila. Están contenidas pues dentro
del área de la protección de la zona exterior y son más sagradas. Hay un cierto
número de habitaciones relativamente pequeñas al rededor del santuario, cuyo
muro externo imita el exterior del templo, formando una estructura dentro de
otra estructura. El santuario representa el montículo de la creación y se
relaciona con el pantano de la sala hipóstila; así pues, el recorrido hacia el
santuario equivale a un recorrido por las diferentes etapas de la creación.
Aunque las herramientas de los egipcios
eran pocas, sin embargo su ingenio y perseverancia eran extraordinarios. Con el
simple esfuerzo de cientos de hombres arrastraban grandes bloques de piedra
hasta rampas inclinadas construidas de ladrillo, cuya superficie de barro,
humedecían para hacerla más resbaladiza. Sobre la dura tierra, los rodillos
facilitaban el transporte de los bloques. Los equipos de arrastre utilizaban
cuerdas tejidas con papiros retorcidos. Los bloque de piedra eran extraídos de
la cantera hendiendo la superficie de la roca con cinceles de cobre, o a veces
disponiendo una hilera de cuñas de madera empapadas, que, al hincharse,
agrietaban la piedra. Cubetas de agua de ligeras paredes de barro, servían como
niveles de aire cuando se necesitaba una superficie nivelada.
Los bloques extraídos de la cantera eran
arrastrados hasta la orilla del río y embarcados hacia su destino; la hermosa y
blanca piedra caliza que se utilizó para revestir la Gran Pirámide fue,
probablemente, enviada hasta el borde del desierto, situado inmediatamente
debajo del lugar de la pirámide, aprovechando la época de la inundación anual
del valle.
En la construcción de un templo de piedra,
el barro era utilizado como andamiaje interior. La altura del barro se elevaba
a medida que los muros y las columnas crecían, de manera que a veces todo el
interior de la construcción estaba lleno de barro hasta que se colocaba el
tejado. Seguidamente, como la plataforma de barro iba descendiendo
gradualmente, las esculturas y pinturas del templo podían ser llevadas por los
trabajadores de arriba hacia abajo.
La Gran Esfinge: En tiempos del faraón
Kefrén era visible únicamente la cabeza vacía en su interior, por la cual se
podía entrar y salir a través de un estrecho y angosto pasillo subterráneo de
piedra, cuyo acceso estaba situado más lejos. Parece que los sacerdotes paganos
entrando en la cabeza por el corredor, hablaban al pueblo, introduciéndole así
a creer que era la estatua la que en realidad hablaba.
El faraón Tutmosis IV (siglo XV a.C.) se
había esforzado en arrancarla de la arena. Después de una fatigosa jornada de
caza, cuenta que se quedó dormido a los pies de la esfinge y que oyó durante el
sueño una voz que se dirigía a él: "Alza los ojos hacia mí y mírame
Tutmosis, hijo mío; yo soy tu padre, el dios Harachte-Keper-Ra-Atun. Te daré
poder real, la tierra te pertenecerá en toda su extensión. Los tesoros de
Egipto y las riquezas de los demás países estará en tus manos. Desde hace
largos años, mi mirada y mi corazón se han vuelto hacía ti. La arena del
desierto sobre la que reposo me oprime. Promete que escucharás mi deseo. ¡
Porque tú eres mi hijo y mi salvador...!". Durante su primer año de
reinado Tutmosis hizo liberar la estatua en obediencia al sueño, que quedó
relatado en la estela colocada entre las patas anteriores de la esfinge. Pero
la arena recomenzó lentamente su obra.
Dibujantes: Los artistas egipcios eran escribas
profesionales que se especializaban en dibujo para los monumentos regios o
funerarios. En ciertas tumbas sin acabar, como la del faraón Horemheb, es
posible distinguir las diversas etapas de la pintura. Primero, los aprendices
esbozaban las escenas con almagre en el yeso seco. Luego, los artistas más
avezados hacían rectificaciones con trazo negro. Y por último, los pintores
rellenaban las siluetas con colores, o bien los escultores tallaban en el fondo
de yeso para dar relieve a la pintura.
Entre los sistemas representativos no
perspectivistas, el egipcio es uno de los más cercanos a la imagen visual.
Permite una reproducción objetiva y matemáticamente precisa en la figura
humana. La forma típica en que los egipcios pintaban un objeto consistía en recurrir
a un agrupamiento de sus aspectos más característicos, dentro de un contorno
que, a su vez, comunicaba gran parte de la información necesaria. Los varios
aspectos se muestran sin ningún escorzo, lo que significa que las formas
rectilíneas se reproducen de una manera precisa.
Tratándose de objetos con superficies
curvas, el método resulta más paradójico y en muy contadas ocasiones se
encuentran escozor, aunque no sean significativos para el sistema en su
conjunto no hay que olvidar que en una verdadera perspectiva tales objetos
plantean también mayores dificultades.
La representación de los objetos aislados
queda ejemplificada mejor en el caso de la figura humana, que es una forma
complicada. En este caso describimos una figura en pie y en reposo, aunque sean
varias las posibilidades en las posturas y en los detalles. El tipo básico mira
hacia la derecha. La cabeza es de perfil, en el que se sitúa una media boca,
que puede tener una amplitud inferior a la mitad de una boca vista en su
totalidad. Dentro de ese perfil se colocan el ojo y la ceja completos. Los
hombros se muestran en toda su anchura, pero en la parte frontal del cuerpo, la
línea de la axila a la cintura es un perfil que incluye la tetilla. La
extensión del pecho puede mostrar detalles del vestido, y más comúnmente
collares y tirantes u hombreras; pero, exceptuando ciertas figuras ocasionales
que se vuelven o que aparecen en otras posturas inusuales, no se reproduce
ninguna parte específica del cuerpo. La línea que une la axila trasera a la
cintura no pasa de ser, asimismo, una línea de conexión. La cintura se muestra
de perfil, como lo están las piernas y los pies.
El ombligo está situado cerca de la línea
frontal de la cintura, que a menudo se abomba ligeramente en ese punto (de otro
modo no podría mostrarse en el perfil). La manera de reproducir los pies es un
ejemplo más de como la forma es antes un agrupamiento de cosas que una visión
de conjunto. Hasta la XVIIII dinastía, e incluso posteriormente, ambos pies se
reproducían por la cara interna, indicando el dedo gordo y el arco plantar.
Como los arcos no pueden mostrarse de otra manera sin indicar a la vez la
profundidad, el pie entero se separa del suelo para formarlos. Ese rasgo cobra
vida por sí mismo y puede verse el otro pie a través del hueco del arco, y así
se interpretaba visualmente lo convencional del dibujo. Ésta es una de las
incontables modalidades que el propio sistema generaba.
En el lenguaje egipcio, color, piel y
naturaleza son palabras que se relacionan. Una figura sin color no estaría
completa, y por ello la ausencia intencionada de color resulta extraña. El
color es tan diagramático como las figuras a las que se aplica. Dado que no se
intenta dar una visión de conjunto del objeto, la luz y la sombra son
irrelevantes. El color es uniforme en toda la figura; puede ser de un solo tono
o contener una mezcla o trama, como las que se usaban para reproducir la fibra
de la madera o la piel de algunos animales. El repertorio básico de colores es
reducido: negro, blanco, rojo, amarillo, azul y verde. A partir de la XVIII
dinastía la gama se va ampliando, aunque todavía se mantiene simple y clara.
Los colores no se mezcla y son pocas las transiciones de uno a otro. Pese a la
omnipresencia del color, lo que predomina es la línea, y nunca se convierte
aquel en el único medio para proporcionar información. Los contornos se
destacan mediante colores contrastantes, principalmente el negro.
Dos son las modalidades fundamentales para
la composición de escenas fundamentales y de murales enteros: la de disponer
los elementos sobre una superficie neutra o de utilizar la superficie como un
área pintada plana, tal como lo hacemos en los mapas. La primera de estas
modalidades es casi universal, en tanto que la segunda sólo se utilizó con unos
objetivos específicos y durante periodos determinados.
La base de la composición, según la
primera modalidad, es el registro. Las figuras están de pie sobre unas líneas
horizontales llamadas líneas de base, que pueden representar el suelo, aunque
con más frecuencia aún lo hacen y están espaciadas sobre la pared. Las escenas
relacionadas entre sí pueden estar yuxtapuestas en un solo registro, pueden
leerse en secuencias hacia arriba o hacia abajo sobre la pared, o pueden seguir
ambos sistemas. Dos versiones diferentes del mismo conjunto de escenas pueden
organizarse en forma opuesta; lo que demuestra que la posición de la pared no
aporta información por sí misma.
Ejemplos de otra modalidad que podríamos
denominar "topográfica", son los planos de casas y zonas del
desierto. En ambos casos el contorno que define al mapa puede servir también
como línea base para las figuras pintadas en los registros. En algunas ocasiones
un grupo de figuras dentro de una composición "topográfica" se
representan un conjunto de fajas verticales que coinciden sorprendentemente con
imágenes de recesión en el campo óptico.
Una característica de capital importancia
en toda representación egipcia es el tratamiento de la escala, que constituye,
junto con la iconografía, el principal recurso de expresión ideológica. Dentro
de una figura, las partes aparecen en proporción natural, y eso ocurre a menudo
en escenas enteras; pero el conjunto de las composiciones se organiza a escala
en torno a sus figuras principales. Cuanto mayor es la figura, más importancia
tiene. En las tumbas privadas, la figura del titular ocupa a menudo toda la
altura del área del muro destinada al relieve, hasta con seis registros, cuyas
escenas está "viendo" el propietario, vuelto hacia ellas.
Puede tener una estatua varias veces
superior a la de su mujer y de sus hijos, cuyos brazos rodean sus pantorrillas.
El faraón domina y destaca sobre sus súbditos. En los relieves de batallas del
Imperio Nuevo, una imagen enorme del rey y de su carro ocupa a veces la mitad
del espacio dedicado a la representación, mientras que el resto lo cubren
soldados egipcios, los enemigos derrotados y una fortaleza enemiga levantada
sobre una colina y repleta de personajes minúsculos hacia los que el rey tiende
la mano para prenderlos. La lógica visual interna y el mensaje ideológico gana
así verosimilitud. Los principales relieves con pocas variaciones de escala se
encuentran en os templos, en los que solo aparece normalmente el faraón y las
divinidades, todos ellos de una categoría equiparable. La escala puede también
ajustarse por razones de estilo. Así los portadores de ofrendas de todas las
épocas conducen a menudo minúsculos animales, cuyas piernas se superponen en
una composición que economiza espacio y que da origen a una bella agrupación.
En el extremo opuesto, los oferentes del siglo IV a veces llevan sobre sus
hombros unas ocas descomunales; la razón parece residir en una exuberancia estilística.
En la mayor parte de las obras hay una
idealización omnipresente: las cosas se muestran como debería ser, no como son
en realidad. La idealización no obstante, es tan selectiva como el tratamiento
de la escala. Las figuras principales presentan una forma ideal, las más de las
veces en una madurez juvenil, mientras que las mujeres son todas jóvenes y
esbeltas.. Por lo general, están en reposo. Por otra parte, las figuras
subordinadas se representan a veces arrugadas, calvas y deformes, al tiempo que
discuten o luchan. Los detalles de ese tipo son muy frecuentes en las tumbas
más refinadas del Imperio Antiguo, en las que han podido añadirse para dar un
mayor relieve y personalidad a las escenas. Están ausentes, por el contrario,
de las representaciones de los templos, que reflejan un mundo abstracto y fuera
de tiempo.
Evolución de la escritura
La escritura progresó desde los
cortos períodos de signos pictóricos hasta el desarrollo de una caligrafía que
disponía de un amplio número de signos. Los egipcios descubrieron una
superficie para escribir muy superior a las tabletas de arcilla de Mesopotamia:
el papiro. La médula de la planta del papiro fue cortada en tiras de la misma
longitud, colocándolas, una vez planas, unas junto a otras hasta conseguir unas
tersas láminas en las que los escribas escribían con tinta. Papiro es el inicio
de la palabra inglesa " paper ".
Los egipcios tuvieron una
religión politeísta y naturalista que desempeño un papel muy importante en la
escritura, la vida política, social, económica y artística del pueblo. En el
período predinástico, los egipcios crearon una escritura simbólica en la que
utilizaban figuras convencionales llamadas signos pictográficos, de los que
servían para representar ideas o palabras. Estas escritura se desarrolló a 600
a.C., y recibió el nombre de escritura jeroglífica ("tallada
sagrada"), ya que fundamentalmente se empleaba en los textos sagrados.
La forma inicial de esta
escritura se modificó para facilitar su utilización en escritos de carácter
administrativo y comercial, dando con ello lugar a otros 2 tipos de escritura
más simplificada: la hierática, que al no ser sino una reducción de la
jeroglífica resultaba aún demasiado complicada para ser utilizada por la gente
común; y la demótica, que sustituyó a la anterior a partir del siglo XVII a.C.,
y fue la que utilizaron los escribas para realizar más rápida su tarea de
registrar las múltiples actividades del imperio.
Al iniciarse el Imperio Antiguo
fue ideado un sistema que contaba solamente con 24 signos silábicos. Esto
representó un adelanto sorprendente, cuyo siguiente paso —la separación total
de los caracteres silábicos en signos vocálicos y consonánticos independientes—
estaría reservado a la inventiva fenicia, 1500 años más tarde.
Durante siglos la escritura
jeroglífica permaneció sin descifrar. El egiptólogo francés Jean Francois
Champollion (1790-1832) estudió pacientemente una inscripción fragmentaria
grabada en basalto: la piedra Rosetta. La inscripción incluía la versión
en lengua griega de las escrituras hierática y demótica. Tras un minucioso
estudio comparativo, Champollion halló la clave que le permitió descifrar los
jeroglíficos egipcios.
El "libro de los muertos". Título dado, en los primeros decenios del
siglo pasado a la serie de capítulos, o mejor dicho, de poemas, fórmulas
mágicas, conjuros e himnos a divinidades que se leen en el rollo de papiro que
se encuentra ene el interior de las tumbas o en el sarcófago, junto al difunto.
El uso de acompañar a los muertos con
textos religiosos funerarios es antiquísimo. En el reino medio. fórmulas y
poemas mágicos aparecen trazados sobre las paredes de sarcófagos de madera y
constituyen el conjunto llamado textos de los sarcófagos. Al aumentar el número
de textos a principios del imperio nuevo, fue necesario valerse de una mayor
superficie, de donde surgió la costumbre de transcribirlos en telas o lienzos
de lino o en rollos de papiros. Finas decoraciones y viñetas policromadas
acompañan y embellecen a menudo estas copias. No todo los ejemplares contienen
igual número de capítulos o poemas; ni éstos se suceden siempre en el mismo
orden, ni constituyen un conjunto ordenado de partes, ni están ligados según
una disposición orgánica o lógica. El principio y el final, en su estricto
significado, faltan siempre. Sólo en la Baja Época empiezan a dibujarse un
principio de agrupación coordina de los capítulos. El "libro de los
muertos" se escribió primero en caracteres jeroglíficos; después en
caracteres hieráticos, y mas tarde en demótico, el vulgar de los bajos tiempos.
Se creía que el difunto podía resucitar luego de ciertas ceremonias mágicas
practicadas sobre su cuerpo y que vivían en la tumba como en su casa, pudiendo
incluso salir de ella a su antojo.
Textos de los sarcófagos. Con está denominación, adoptada por el
uso, se conoce la serie de poemas y fórmulas de contenido mágico-religioso,
cuya primera edición es debida a P. Lacau, y la mas reciente y ampliada, a De
Buck. Se encuentran escritos en jeroglíficos cursivos en las paredes de los sarcófagos
egipcios del reino medio (siglo XXXVII a. C.), en número variable, a menudo en
fragmentos, según la superficie del sarcófago destinada a dicho fin, la clase
social del difunto, las diversas tendencias del templo, la popularidad de los
textos o, incluso, el capricho del recopilador, sin que se observe ninguna
norma fija. Las fórmulas y los poemas constituyen la literatura funeraria de
transición entre los textos de las pirámides y el "libro de los
muertos". Incompletos y fragmentarios, son interesantes por que transmiten
noticias preciosas sobre divinidades, la ultratumba y la vida que llevan allí
los difuntos, y sobre concepciones completamente nueva respecto a los textos de
las pirámides, considerados mas antiguos.
En la actualidad se designan comúnmente
como textos de las pirámides las largas inscripciones jeroglíficas en las
paredes de las salas y los corredores de las cinco pirámides de Sakkarah. La
primera de ellas construidas por Una último rey de las V dinastía; las otras
cuatro. por Tepi, Pepi I, Meren-Ra y Pepi II de la sexta dinastía. Entre los
reyes de las dinastías precedentes sobresalen Menes, fundador de la primera
dinastía; Udimu primer "Nesutbit" o sea "aquel que pertenece al
junco", símbolo del sur y "a la abeja", símbolo del delta y por
lo tanto "señor de los dos países"; Zozer, quien ordeno edificar como
tumba la pirámide escalonada. La IV dinastía comenzó con Snefru, quién fue el
primero en agotar el blasón oval derivación del sello de los títulos reales.
Snefru tuvo por hijo y sucesor a Kéops,
que en el lugar que ocupa la actual Gizeh construyó la gran pirámide,
denominada por él "La Gloriosa". Dichos textos constituyen un
manantial de noticias acerca de las creencias de los primitivos egipcios y también
dan a conocer algún particular hecho histórico. Plegarias, himnos,
encantamientos no tenían otro objeto que obtener la gloriosa resurrección del
rey destinado a convertirse en dios y asegurarle, en el otro mundo, poder real,
todo género de ventura y vida duradera. Con el transcurso de los siglos, la fe
en la eficacia de las fórmulas mágicas disminuyó y aumentó la creencia, más
espiritual, en el poder de las plegarias de los vivos; sin duda contribuyó
poderosamente a tal evolución el influjo de la religión de Osiris, que antes
del fin de la VI dinastía, se había extendido por todo Egipto. En efecto está
religión prometía a todos sus fieles, sin distinción de clases sociales, aún
vida ultraterrena y consecutiva a una resurrección de Osiris, encarnación del
gran dios, primordial creador del cielo y de la tierra.
Entre lo ritos fúnebres explicados por los
textos de las pirámides. sobresale el de la simbólica "abertura de la
boca" al rey muerto, que tenía por objeto restituirle toda capacidad vital
durante todo el período de las primeras dinastías. La ceremonia se realizaba
sobre una estatua del rey; en la fase siguiente, en la de la resurrección, el
rey estaba representado por un sacerdote que, yacente en un pequeño lecho, se
fingía muerto, para sentarse después, como si renaciera, tan pronto como se
pronunciaba determinada fórmula. La liturgia de las ofrendas consistía en la
presentación de ciento cincuenta de ella, entre comestibles, bebidas y diversos
ungüentos, cada uno acompañado de una fórmula que se creía transformaba el
alimento en una sustancia incorpórea adecuada para nutrir la materia del rey.
Naturalmente, los himnos y las plegarias
contienen mayor poesía. Es probable que los versículos también tuviesen metro,
pues la forma es muy refinada, rica en adornos, y presenta asimismo la
antiquísima fórmula del parallelismus membrorum.
En los textos de las pirámides reconocemos
el más importante "corpus" de fórmulas y poemas funerarios,
religiosos y mágicos del Egipto más antiguo. Aunque su redacción es fácil de
datar, por ser contemporánea a la construcción de las pirámides, su composición
se remonta a una edad imposible de precisar, pues a través de millares de
líneas jeroglíficas se advierten concepciones religiosas y mitológicas diversas
y discordantes, noticias y ecos de acontecimientos políticos e históricos, que
pertenecen a un período bastante anterior a la V dinastía. Una parte importante
de los textos se refiere a las ceremonias y fórmulas mágicas para la
resurrección del difunto y su sucesiva ascensión a la ultratumba, colocada en
el cielo. Una parte no menos amplia e importante es la que nos da noticia de
las diversas concepciones del cielo, con detalles descriptivos sobre las
localidades celestes, divididas en orientales, meridionales, occidentales y
septentrionales.
El mundo de ultratumba era imaginado como
reproducción del país egipcio, con sus campos, pastos, canales y lagos
recorridos por las barcas maniobradas por barqueros, y castillos de los dioses.
A las citadas localidades eran contrapuestas otras, subterráneas, en el
"cielo de la noche", también pobladas de seres divinos. Los datos que
los textos ofrecen para la reconstrucción de este "cielo inferior"
sepultan algo imprecisos y vagos, en comparación con la abundancia de datos
referentes al "cielo superior" y con lo que podemos leer en el
"Libro de lo que existe en el Te’e" así como en el "Libro de las
puertas", etc.
El difunto en la ultratumba según una
concepción, efectúa sus abluciones por la mañana en los numerosos lagos
situados en la región oriental del cielo; encuentra su alimento, en abundancia,
en el Campo de la Nutrición, que hay que buscar en la región septentrional;
desempeña varios cargos: es estribano y banquero del dios Ríe, despensero de
los dioses, etc.; posee, igualmente, casas, sillas, criados. En cambio, según
otra concepción, es un ser astral, que forma parte del séquito del dios Ríay,
como el dios, sale y se pone. La lectura seguida de los textos de las pirámides
puede resultar pesada y monótona por el desorden conque, a menudo, se suceden
los poemas y por las frecuentes repeticiones de imágenes y conceptos; pero hay
que reconocer la lozanía y vigor de la expresión, la originalidad de muchos
conceptos que en los textos captamos en su expresión antigua. Los verbos y vocablos
se corresponden armoniosamente en la disposición sintáctica dela frase para la
perfecta creación de la imagen, y para comunicarla nítida, sin halagos ni
elegancias convencionales. El conocimiento de los textos de las pirámides, es
importante para todo el que desea estudiar la religión y la civilización
egipcia.
El canto y el baile. Los egipcios gozaban de la vida. Las
escenas de fiestas en las paredes de las tumbas, los cánticos en los papiros y
los instrumentos conservados, nos muestran lo mucho que significaba la música y
la diversión. Celebraban grandes festivales públicos, en los que se entretenían
millares de personas con cantos de música de flautas, arpas y castañuelas, y se
bebía mucho vino. También se ejecutaba música en muchas ocasiones cotidianas.
Cuando los vendimiadores pisaban la uva, otros hombres golpeaban rítmicamente
dos palitos; los labradores les cantaban a sus bueyes mientras éstos trillaban
el trigo con sus pezuñas; una princesa tañía el arpa cuando su esposo se
relajaba en un diván; a lo largo de una procesión, los danzarines daban saltos
mortales. No sabemos exactamente cómo sonaba la música egipcia, pero seguro que
en un banquete tocaría un pequeña orquesta, con secciones de viento y de
percusión, y es probable que la música fuera muy acompasada.
Las arpas variaban mucho de tamaño:
algunas eran tan grandes como el que las tocaba. También era diverso el número
de cuerdas, desde 4 hasta más de 20. Los címbalos de bronce podían subrayar el
ritmo de una pieza de música con una serie de choques metálicos agudos.
Combinados con los tambores y panderetas, los címbalos conferían a la música
una calidad animada.
La flauta de carrillo, es uno de los
instrumentos más antiguos. Se hacían de cañas de madera ahuecadas. El sistro
era manejado por mujeres nobles y por sacerdotisas en las ceremonias. Quienes
lo utilizaban, llevaban a la vez un collar sagrado llamado Menat. Estaba
vinculado al culto de la diosa Hator, que representaba la alegría y la pasión
por la música y la danza
Hasta la fecha, los egiptólogos no han
logrado ponerse de acuerdo respecto a aquello que pudo ser la creencia
primitiva del antiguo Egipto en asuntos religiosos.
Existen en primer término, cuestiones de
orden cronológico muy difíciles de superar. Luego, también la diversidad de
sistemas religiosos usados más tarde en cada una de sus provincias (nomes) del
Egipto antiguo. Cada una de ellas tenía sus dioses ritos especiales con lo cual
de dificulta el trabajo en torno a la forma primitiva de su mentalidad
religiosa.
Es sabido que la historia de Egipto no se
ha registrado con relativa exactitud sino a partir del siglo VII a. C. Anterior
a está fecha, la cronología se da e dinastías.
Cálculos aproximados, sitúan la primera
dinastía hacia el año 5,500 a.C., dinastía fundada por Menes. Este soberano
encuentra establecido todo un sistema jerárquico de dioses, a cada uno de los
cuales está consagrada alguna de las grandes ciudades. Subsiste así el problema
sugerido de averiguar cuál haya podido ser la religión que estableciera dicha
jerarquía de dioses.
Los investigadores se deciden sea por el
monoteísmo, el politeísmo, el henoteísmo (culto a un dios principal, sin
excluir a los secundarios); el totemismo, animismo, religión solar o adoración
del sol y adoración de la naturaleza.
Las últimas 2 formas tienen a su favor
hechos muy importantes, como verbigracia, el ser fuerzas elementales de la
naturaleza algunas de sus divinidades más importantes. Tales, verbigracia, Ra
(el sol), Nut (el firmamento), Set o Tyfón (la tierra). Además, sus grandes
leyendas religiosas, inseparables de su complicadísima mitología, hacen de
Osiris (una de cuyas múltiples actividades es la de personificar las fuerzas y
fecundidad de la naturaleza), de su mujer Isis y de Horus, su hijo, divinidades
del orden natural.
El sol, un nuevo dios. Hace 14 siglos antes de Cristo se produjo
en Egipto una revolución religiosa. El faraón Amenofis IV que cambia su nombre
por el de Akenatón, servidor de Atón, concibe un dios superior a todos los
demás: el Sol, más que como objeto es visto como una fuerza, una
"energía" divina, creadora de todo lo existente. El faraón cambia su
capital a una nueva ciudad: Tell-el-Amarna que deberá ser amplia, llena de luz,
sin supersticiones, ni templos oscuros, ni magia. Impone como dios único y
verdadero en todo Egipto, al disco solar con el nombre de Atón. Este monarca
fue suegro de Tutankhamón, uno de los pocos faraones que lograron que lograron
descansar sin ser profanados. En el año de 1923 un arqueólogo inglés, Howard
Carter, descubrió la tumba de Tutankhamón y rescató un tesoro de arte
valiosísimo que ha permitido reconstruir con fidelidad la época.
En la tumba se depositaban diversos
objetos que, se creía, el difunto podría necesitar o echar de menos en la otra
vida. Aves y gatos, entre otros animales, eran también embalsamados para servir
de compañía a los hombres en su viaje al otro mundo. No podía faltar la
inclusión de un papiro en las que se consagraban las virtudes y buenas obras
del difunto, con la finalidad de que fuera juzgado indulgentemente por Osiris,
el dios de la otra vida, en el tribunal de los muertos.
Las pirámides constituían las tumbas más
fastuosas e imponentes, pues en ellas se daba sepultura a los faraones. Las más
importantes son las de Keops, Kefrén y Micerino, a orillas del río Nilo.
La edificación de estas construcciones ha
sido objeto de admiración de todas las generaciones posteriores. Consideradas
como una de las siete maravillas del mundo antiguo, representan una obra de ingeniería
que aún hoy constituiría un reto tratar de igualar. Fueron erigidas a impulsos
de un sentimiento religiosos sumamente intenso, así como a los de trabajo
forzado de millares de esclavos.
La religión egipcia atravesó por diversas
etapas y vicisitudes. Recorrió el largo camino que va desde el politeísmo hasta
una especie de monoteísmo con resabios filosóficos. Los dioses principales de
la religión politeísta (unos 700 aproximadamente) fueron Amón-Ra, Osiris, Horus
e Isis. Por lo común, se representaba a las deidades con figuras de animales,
para simbolizar con ello su diversidad de funciones y atributos.
Durante el siglo XIV a. C., el faraón
Amenofis IV repudió la adoración a varios dioses e implantó el culto a una sola
divinidad, Atón, el disco solar. Amenofis adoptó el nombre de Akenatón
("el que agrada a Atón") e hizo borrar de todos lo monumentos los
nombres de los dioses adorados por los egipcios. Sin embargo, a la muerte de
Akenatón se instituyó de nuevo el antiguo politeísmo, debido principalmente a
los intereses de la clase sacerdotal cuyas prerrogativas habían sufrido un duro
descalabro con la reforma monoteísta del culto a Atón.
De todos los monumentos de piedra
conocidos en el mundo, son las pirámides las que han causado desde siempre
mayor admiración e interés, en especial la atribuida al faraón Keops, que suele
recibir el nombre de Gran Pirámide. Pero así como se han dedicado a estas
construcciones elogios de toda clase, tampoco han faltado los personajes, de
todos los tiempos, que han querido ver en ellas un ejemplo de la vanidad de los
hombres.
La toponimia es la ciencia de descubrir el
sentido de una palabra, casi siempre lugar geográfico, a partir del nombre que
tiene en la actualidad y comparándolo con el que tuvo en otros tiempos.
Esta ciencia quiso aplicarse con el origen
de la palabra pirámide, sin saber si era de origen egipcio, judío, griego, o
muy anterior, perteneciente tal ves a una lengua que ya no existe. Por culpa de
este desconocimiento se ha querido dar varios significados a la palabra.
Algunos autores han querido ver la
relación 3.1416 en el nombre de la pirámide, recordando que la suma de los
cuatro lados de la base dividida por la mitad de la altura es aproximadamente
igual a pi. La siguiente partícula, que es Ra, coincide según ellos con el Ra,
o dios solar, tan respetado por los egipcios, y vienen así a confirmar que la
Gran Pirámide fue un templo dedicado al culto solar, entre otras cosas. Según
otros expertos, dicen que esta palabra se inicia con el término griego pyr, que
significa fuego. Surge entonces una alternativa : que la pirámide tiene forma
de llama, explicación que parece ridícula para quienes quieren aproximarse a la
verdad.
Se tiene la casi certeza de que el primer
constructor de pirámides en Egipto fue el legendario Imhotep, el ingeniero más
grande de su época, muy superior a Dédalo, autor del laberinto de Creta donde
sería encerrado el Toro de Minos.
Practicaban la zoolatría (culto a
animales), creían en la encarnación en animales, por ejemplo APIS, el buey
negro de Memfis; Meru Hur el toro blanco de Heliópolis .
El pueblo egipcio era muy religioso. Cada
provincia tenía sus dioses particulares, pero sobre todo adoraban a una triada,
y la figura principal era el dios Sol, llamado Osiris en Abydos, Phtah en
Menfis, Ra en Heliópolis, Amón en Tebas.
Por esto se embalsamaban los cadáveres,
convirtiéndolos en momias, las cuales, depositadas en sitios secos, al abrigo
de las crecidas del Nilo se conservaban indefinidamente.
Creían que el destino del alma después de
la muerte, su destrucción o felicidad dependía de la conducta que el individuo
había practicado en vida. Para que el muerto pudiese defender su causa ante el
tribunal de Osiris, se colocaba al lado de su sarcófago el Libro de los
muertos, especie de guía para el otro mundo, donde el muerto encontraba las
indicaciones de todo lo que debía hacer par justificarse ante sus jueces.
Razón tenía Herodoto, el gran historiador
griego, al referirse a los egipcios como "los mas religiosos de todos los
hombres". Admirando este ilustre viajero de la proliferación de los dioses
en las tierras del Nilo, dijo igualmente de sus habitantes : "Oh buenas
gentes, a quienes hasta en sus mitos huertos nacen dioses".
Otra de las causas del atraso de la
verdadera cultura y por lo mismo de la especulación filosófica entre los
egipcios, fue la organización misma del estado absolutista, bajo la autoridad
despótica y omnímoda del Faraón. A este se consideraba como hijo de dios y
personificación de la divinidad en la tierra, a su muerte, entraba a figurar,
automáticamente, entre los dioses inmortales.
Las nobles conquistas del espíritu y la
razón, una de las mas gloriosas de las cuáles es la filosofía, o la
investigación del como y el porqué de las cosas, no medra allí donde la fuerza
bruta sojuzga al espíritu y donde el látigo del amo habla mas recio que todas
las voces del alma.
No fue otro el medio en que vive su
historia el Egipto faraónico. La enormidad de las realizaciones materiales de
este pueblo, en pirámides, ciudades, templos, estatuas, canales, mausoleos,
etc., no guarda proporción de ninguna clase con lo escaso de su desarrollo
espiritual.
Tan solo un pueblo de esclavos, bajo la
consigna de un déspota, pudo haber levantado aquellos inútiles colosos de
materia., ninguno de los cuales tiene la grandeza espiritual y eterna que
admiramos, verbigracia, en las grandes creaciones del arte y el pensamiento de
griegos.
Los carneros simbolizan a algunos de los
dioses más importantes del antiguo Egipto. El peligro de ser atrapado y
devorado por un cocodrilo llevó a los egipcios a tratar de ganarse a estos
peligrosos seres. Por consiguiente, el cocodrilo pasó a ser el símbolo del dios
Sobek, y los sacerdotes adornaban a los cocodrilos sagrados con joyas y a su
muerte los momificaban.
El hipopótamo macho era un animal de mal
agüero debido a su asociación con el dios Set, enemigo de Osiris y Horus,
dueños legítimos del Egipto. En realidad, los hipopótamos podían volcar
fácilmente un barco de papiro y, por esta razón, se les daba caza con
frecuencia.
El león representaba la fortaleza y el
poderío, y por ello paso a ser el emblema del rey-sol. Raramente se muestra a
un león cazado por alguien que no fuese el faraón. A la diosa Hator se la solía
representar como una vaca entre los macizos de papiros. Los gatos consagrados a
la diosa Bastet se momificaban una vez muertos. Se los envolvía con tiras de
telas y se les pintaba la cara para hacer que parecieran aturdidos o tontos.
Mitología y religión. Vestigios de
especulación filosófica. La doctrina del alma y su inmortalidad. Es
posible descubrir, con todo, algunos intentos de especulación filosófica,
entresacados del laberinto de la mitología. Allí aflora la doctrina según la
cual todo ser viviente, no importa si dios, hombre o animal, posee un elemento
que lo anima. Es el ka o "sombra" (alma), verdadero el
"doble", que sobre vive al cuerpo y más al real y permanente que el
mismo objeto que anima. El ka necesita, por naturaleza, la morada de un cuerpo
u objeto material para subsistir.
De aquí la costumbre del embalsamiento y
momificación con la imagen del difunto, para que el alma (ka), presente al lado
del cadáver, se consuele y tenga morada visible. Ello explica también porque
para lo egipcios, la casa o habitación de los vivos, no era sino a modo de
posada u hospedería, mientras que el sepulcro la morada eterna.
De la misma doctrina es responsable,
además del culto de los muertos y de la doctrina de la inmortalidad, la
adoración y culto de los animales, tan generalizada en ese medio y la creencia
en la virtud mágica de los hombres. Esto es inseparable de las prácticas
esotéricas del ocultismo egipcio, pues al igual que de una morada visible, la
supervivencia de la persona después de la muerte, era inseparable de la
preservación de su nombre, según lo explica el Libros de los muertos.
Del más allá.. En las tradiciones
filosóficas de la casta sacerdotal (el segundo poder después del faraón),
descubrimos un doctrina mas racional relativa a la inmortalidad y la vida
futura. Según ella., el hombre está integrado de tres elementos : el khat o
cuerpo , el Khu o espíritu, emanación de la esencia divina y el alma, que se
denomina Ka, mientras reside en la momia o estatua del muerto y Ba, si
desencarnada.
Como Ba se representa al juicio después de
la muerte al comparecer ante Osiris y los cuarenta y dos jueces. Allí es pesada
en la balanza por Horus y Anubis, mientras Toth, registra el resultado.
Los buenos entran al Aulu, especie de
"Campos Elíseos". y los malos van al infierno y empiezan el tormento
de las transmigraciones en cuerpos de animales, que pueden terminar en el
aniquilamiento. Pero cualquiera que sea la suerte del alma, en último termino,
regresa a unirse nuevamente con el cuerpo en el gran día de la resurrección.
Código de moral : De capítulo sobre el
juicio articular en el libro de los muertos se colige que el ideal de la
conducta entre los antiguos egipcios se guiaba por el sentido práctico y un
elevado nivel de pureza y religiosidad.
Del interrogatorio al que era sometida el
alma, se concluye, que la caridad, la benevolencia, castidad, justicia social,
clemencia y el amor de los trabajos del espíritu, se catalogan entre las
virtudes fundamentales. No solamente se insiste sobre el ejercicio exterior de
estas virtudes, sino también sobre la moralidad de los pensamientos y deseos.
SANTIS. Primera esposa de Khnum, era una
divinidad local y significaba "la Poderosa". Presidía las
inundaciones del Nilo. Se le representaba como una mujer que llevaba sobre su
cabeza una blanca corona símbolo del sur de Egipto, rodeada por 2 largos
cuernos. Algunas veces sostiene un arco con 2 flechas en la mano.
LA TRIADA MENFIS. Según la cosmogonía de
Menfis.
El río Nilo, lógicamente fue divinizado,
los dioses que lo representan, son los siguientes :
LA TRIADA DE AMON : AMON, fue el máximo
dios tebano de toda la historia del Antiguo Egipto. Se le representó algunas
veces con la cabeza de carnero para relacionarlo con la procreación y la
fecundidad. Comúnmente tiene cabeza humana con tocado de 2 largas plumas. Se le
identificó como un dios guerrero por ser los príncipes de Tebas el núcleo más
fuerte de resistencia frente a las invasiones extranjeras. Durante el Imperio
Medio, como dios de la creación, fue representado como la oca que había puesto
un huevo cósmico. A medida que fue creciendo su poder, fue asociado con el sol,
hasta ser conocido como Amon-Ra. Llevaba consigo todos los símbolos del poder
supremo del dios Sol. Por todas parte se construyeron templos en su honor. Uno
de los más famosos fue el de Luxor y el de Karnak, donde se le conocía como
" Dios del viento". En las cercanías de las ciudades mencionadas,
orilla occidental del Nilo, estaban los templos mortuorios reales bajo los
peñascos situados al oeste de las rocas después del reinado de Amen-hotep I.
Este lugar fue llamado "Valle de los reyes". Durante el Imperio
Nuevo, Amon fue conocido como el "Rey de los dioses". Los dominios
del gran imperio abarcan desde el Eufrates hasta Sudán; esto indujo a Amon como
el mayor de todos los dioses, el Señor Universal de los Tronos del Mundo. Amon
personificaba las distintas cualidades de los demás dioses. Era capaz de
adoptar la forma que deseara; por ello sus nombres se multiplicaron, aunque su
nombre verdadero era secreto; por desconocerlo los dioses no pudieron nunca
orar ante él. Como ocurrió en épocas muy tempranas, se sostuvo la creencia de
que Amon era el padre del faraón y que los herederos al trono los había
concebido el uniéndose a la reina bajo la forma del faraón.
La doctrina cosmogónica de Hermópolis
Los mitos solares
ATUM. Nacido de Num, pues el dios
primitivo de Heliópolis. Los teólogos de dicha ciudad interpretaron su nombre
como "el completo", tal vez por la creencia de que se creó a sí mismo
de las aguas de Num, mediante el poder de la palabra hablada :articulando su
propio nombre. Se le llamó padre de los dioses.
El ciclo osírico. Originalmente Osiris era un dios agrícola,
pero después se le consideró como el Dios de los muertos, con la capacidad de
morir y resucitar, capaz de la inmortalidad de él y de sus seguidores. Su
leyenda puede resumirse así : Osiris primigenio de Geb y de Nut, hermano y
esposos de Isis, vivió al principio sobre la tierra reinando como cuarto faraón
Divino, su reinado fue de un sabio y benigno legislador, que enseñó a sus
súbditos a trabajar la tierra, obtener granos y frutos; instituyó el culto a
los dioses e inventó los instrumentos musicales para las ceremonias religiosas.
Explicaciones de origen cósmico encuentran
en Osiris un símbolo del Nilo, que crece y decrece todos los años, así como de
la luz solar, que desaparece cada tarde y vuelve con el alba. Set simbolizaría
el viento del desierto, la sequía, las tinieblas. Como dios de los muertos,
unificó en su culto a todas las clases sociales de Egipto. Se le conoció como
el primer hombre de los occidentales, o sea, de los muertos, que habitaban allá
donde se oculta el sol y también el ser bueno.
Osiris el señor del silencio. Osiris se mantuvo vivo durante muchos
siglos, mientras que los ritos, creencias y cultos se modificaban o cambiaban.
En un principio se le asoció con el dios de la fertilidad Andjeti. Además de
ser un dios de la fertilidad pasa a ser un dios de la muerte :
Otras divinidades
Divinidades de ultratumba
MAAT. Personificación de lo justo, hija de
Ra y esposa de Thot; lleva en la cabeza una pluma de avestruz y es frecuente
que se desdoble en 2 figuras idénticas y simétricas que la representan a los
lados de la escena. Tiene aspecto de una pura abstracción divinizada.
Tejidos y Adornos
Desde los más lejanos tiempos, con el lino
se hicieron telas para vestir a todos los habitantes del antiguo Egipto. El
dibujo más antiguo de un telar egipcio aparece en un cuenco de cerámica de unos
3.000 a. C., y el lino se usaba varios milenios después, y se sigue usando. Por
descontado un faraón llevaba telas de las más finas; los obreros llevaban
taparrabos de tejido más ordinario. Tenían motivos sobrados para no vestirse de
lino. Los soldados se cubrían la parte posterior de su faldellín con una red de
cuero; los sirvientes llevaban sobre sus vestidos redes de abalorios baratos,
pero de vivos colores.
El atuendo básico de un cortesano
consistía en un faldellín de tela de lino ceñido a la cintura y sujeto por un
nudo que, a veces, era muy complicado. Luego, se fueron empleando mantos para
llevar por encima. Las mujeres iban enfundadas en vestidos muy largos y a veces
llevaban mantos bellamente plisados. Sólo tenemos vagas ideas de cómo plisaban
los egipcios sus vestidos: quizá mediante una tabla con la superficie ranurada.
Probablemente sea exagerado el número de pliegues en muchas estatuas. Los
egipcios aprendieron del Oriente Medio el arte de teñir las telas con dibujos
de diversos colores, pero la técnica no se transmitió.
Un cuerpo para el Más Allá: En tiempos prehistóricos, los egipcios
enterraban a sus muertos en hoyos excavados en la tierra: el clima seco preservaba
enteramente de la descomposición, y muchos conservaban la piel y el cabello, lo
que pudo haber sugerido a los egipcios la idea de conservar los cuerpos de sus
reyes y otros gobernantes mediante el largo y costoso proceso de la
momificación.
Los reyes y nobles del período arcaico
fueron enterrados en amplias tumbas rectangulares llamadas mastabas,
construcciones en forma de caja, hechas de ladrillo, laboriosamente decoradas y
pintadas, y a veces provistas de tejados de madera y suelos de piedra. Estas
tumbas contenían alimentos, muebles, armas y ornamentos para equipar y
abastecer el muerto en el Más Allá. También disponían de una "puerta
falsa" por la cual el muerto podía comunicarse con la vida. El alimento y
la comida les serían llevados a la tumba por los sacerdotes o por los miembros
de la familia del muerto.
Aunque no del todo fructuoso, en está
primera etapa ya se hicieron intentos para conservar el cuerpo. Los muertos se
hallaban representados por sus efigies esculpidas en sus tumbas. Estas esculturas,
aunque tapiadas por razones de seguridad en una capilla cerrada, se suponía que
aspiraban el incienso y gustaban los alimentos por un orificio practicado en la
pared. Hasta los pobres tenían sus propiedades más queridas —un puñal, tal vez
un collar de cuentas— y unas cuantas vasijas de alimentos y bebidas enterradas
con ellos en sus sumarias sepulturas.
El primer gran período de la civilización
egipcia, el llamado Antiguo Reinado, distinguióse por haber empleado en él, por
vez primera, la piedra para una edificación entera. El rey Zoser, cuyo reinado
comenzó en 2780 antes de C., construyó cerca de su capital, Menfis, la Pirámide
Escalonada, el más antiguo monumento de piedra del mundo. Está pirámide,
levantada en Sakkarah, fue obra del famoso arquitecto de Zoser, Imhotep, y es
la primera de las enormes tumbas en forma piramidal que todavía proclaman la
condición sobrehumana de sus constructores. La Pirámide Escalonada se comenzó
como una mastaba tradicional, pero fue aumentada por etapas hasta llegar a
formar una alta construcción de seis escalones, de 60 metros de altura y una
base de 110 por 125 metros.
No transcurrían cien años sin que se
perfeccionara la verdadera pirámide, con la cámara mortuoria, ya no bajo
tierra, sino en el centro de la pirámide. Los lisos paramentos que ocultaban la
entrada, y los macizos bloques de piedra caliza de un promedio de dos toneladas
y media de peso cada uno, hicieron de la excavación de túneles un formidable
problema para los ladrones de tumbas. Sin embargo, muchas de las pirámides,
como las primeras mostabas, acabaron por ser objeto de violaciones y saqueos.
El secreto arte de embalsamar: Durante los más de 3000 años en que se
practicó la momificación en Egipto, las técnicas evolucionaron. Pero la mayoría
de los especialistas concuerdan en que cuando este arte se hallaba en su apogeo
(hacia el siglo X a. C.), un buen embalsamador procedía así:
Empezaba por practicar un corte de unos 10
cm. en el lado izquierdo del abdomen. Por está pequeña incisión, hecha con un
cuchillo de pedernal, extraía los órganos internos excepto el corazón. Limpiaba
cada órgano con vino y especias, entre ellas mirra y canela, y también la
cavidad abdominal con aceite de cedro, a fin de disolver el tejido blando
restante. Entonces podía ya quitar el cerebro, lo que hacía introduciendo un
instrumento ganchudo por una de las ventanas de la nariz hasta el cráneo para
vaciarlo, e inyectando después aceite de cedro y especias para limpiar los
residuos.
Una vez bien limpia cada parte del cuerpo,
el embalsamador introducía todos los órganos y el cuerpo mismo en natrón en
polvo (mezcla de carbonato y bicarbonato sódicos) para secarlos. Allí
permanecían alrededor de un mes, hasta que los sacaba y lavaba cada parte en
más perfumes y especias. Durante todo el proceso presentaba escrupulosa
atención a los menores detalles. Por ejemplo, al empezar cubría todos los dedos
del cuerpo para que no resultasen dañados o perdiesen las uñas.
Más tarde envolvía cada órgano interno, ya
seco, en tela de lino y lo colocaba en la cavidad abdominal (también podía
guardarlos por separado en vasijas de barro o alabastro), que después rellenaba
con materiales como aserrín, trapos, alquitrán o barro. Una vez hecho esto,
cosía el primitivo corte. Como el tratamiento con natrón solía destruir gran
parte del cabello, debía también entretejer cabello artificial con lo que
quedaba del auténtico, e insertar ojos pintados en las órbitas. Aún le quedaba
la tarea técnicamente más difícil: restaurar los perfiles de cuerpo y cara, que
se habían arrugado, para darles apariencia de vida.
Para llevar a cabo este antiguo tipo de
cirugía plástica, el embalsamador iba practicando cortes diminutos por todo el
cuerpo e insertando acolchados de tela cuidadosamente modelados bajo la piel,
igual que un cirujano plástico de nuestro siglo usa implantes de silicón para
mejorar el aspecto de sus clientes vivos. Incluso los rasgos faciales y el
cuello se restauraban de ese modo, rellenando la forma para mantener la forma
de las mejillas.
Por último, el embalsamador —un verdadero
artista— coloreaba la cara y a veces todo el cuerpo con ocre (rojo para los
hombres y amarillo para las mujeres). El cadáver estaba ya listo para ser
vendado. Envolvía cada miembro por separado en apretadas capas de tela untada
con resina, después la cabeza y el torso, y por último el cuerpo entero. Era un
trabajo lento y laborioso. En algunas momias desvendadas modernamente la
longitud total de los vendajes ascendía a más de 2 km.
La tarea del embalsamador había concluido
al cabo de unos 70 días. Devolvía la momia a la familia, que seguramente había
encargado ya un sarcófago de madera con figura humana para colocarla, y
dispondría de una tumba. Hasta donde podía garantizarlo el ingenio humano, el
egipcio muerto era físicamente inmortal, dispuesto para una eternidad entre los
dioses.
El adorno del cuerpo: Los egipcios amaban la belleza y la
elegancia. Muchos de sus nombres propios se basan en la palabra Nefer, que
significa "belleza": por ejemplo, Nefret, Nefrtiti, Nefertari. La
diosa asociada al adorno era "Hator la Dorada" contemplada como ideal
de la belleza en la poesía amatoria de aquel tiempo. Los egipcios, hombres y
mujeres, usaban aceites para los ojos, que se hacían con minerales molidos en
finas paletas de pizarra. Empleaban mucho tiempo en adornarse con cosméticos,
pelucas, guirnaldas de flores y telas finas. Se han conservado muchos objetos
como peines, espejos y recipientes de cosmética, que demuestran la gran
importancia que concedían a su aspecto personal. "Pon mirra sobre tu
cabeza y vístete con hermosos vestidos" dice una canción egipcia.
El mineral molido se mezclaba con agua y
se guardaba en tubos. Para sacar la mezcla se utilizaban paletas y con estas
mismas se aplicaban. Las cortesanas llevaban sujetas sobre sus pelucas unas
moñas con grasa animal perfumada, que a veces tenía forma de flores de loto.
Los cortesanos utilizaban espejos de
bronce o cobre. Los egipcios obtenían diversos pigmentos para pintarse los
párpados. De la malaquita, mineral de cobre, sacaban una pintura verde que
simbolizaba la fertilidad. El mineral de plomo llamado galeana daba una pintura
para los ojos negruzca (hoy llamada "kohol"). Para pintarse las
mejillas y los labios se utilizaba almagre (óxido de hierro) que abundaba por
todo Egipto. Para la aplicación de los pigmentos en la cara seguramente los
mezclaban con grasa animal.
GRECIA
"Guerrero sentado". Obra clásica griega de autor desconocido.
Arte de la antigua Grecia
El Arte griego antiguo ha ejercido una gran influencia en la cultura de muchos países a partir de épocas antiguas hasta la actualidad, especialmente en el área de la escultura y la arquitectura. En el oeste, el arte del Imperio romano fue derivado en gran parte de modelos griegos. En el oeste, debido a las conquistas de Alejandro Magno se inició el intercambio entre Grecia y los territorios de Asia e India central, éste choque cultural generó el Arte Greco-Budista, con influencia incluso en Japón.
Después del renacimiento en Europa, el humanismo estético y los altos estándares técnicos del arte griego inspiraron las generaciones de artistas europeos. En el siglo XIX, la tradición clásica derivada desde Grecia dominó el arte del mundo occidental.
Períodos
El Arte de la antigua Grecia se divide estilísticamente en cuatro períodos:
• Geométrico.
• Arcaico.
• Clásico.
• Helenístico.
El arte Geométrico por lo general está datado desde aproximadamente el 1000 a. C., aunque en realidad se conoce muy poco sobre el arte en Grecia durante los 2000 años precedentes (tradicionalmente conocido como edad oscura Griega), el período del siglo 19 d. C. atestiguó el lento desarrollo del estilo Arcaico según lo ejemplificado por el estilo de pintura de figura-negra. Roja, marrón El inicio de las Guerras Médicas marca el fin del período Arcaico y el comienzo del Clásico, y el reinado de Alejandro Magno (336 a. C. a 323 a. C.) es tomado como la separación entre el arte Clásico y el Helenístico.
El Arte clásico y la Cultura clásica, o la Civilización clásica, son los nombres con que se designan las producciones intelectuales de la Antigüedad clásica o greco-romana (Antigua Grecia, Antigua Roma, aunque diversas, fuertemente identificadas entre sí). Sus artes y cultura en el Renacimiento fueron consideradas clásicas, es decir, dignas de imitación (mímesis), como todo lo que es classicus (en latín: perteneciente a una clase, particularmente a una clase superior respecto de otra inferior), o sea, lo que debe tomarse como modelo por ser de calidad superior.[1] Tales fueron el Arte griego y el Arte romano, o bien la cultura grecorromana, concepto que engloba a la cultura griega o helénica y a la cultura romana (mientras que los conceptos de cultura helenística y cultura latina tienen un significado propio).
El arte del período helenístico ha sido víctima durante mucho tiempo del relativo desprecio con que se ha considerado este período. «Cessavit Deinde ars» («y luego el arte desapareció») resume Plinio el Viejo en su Historia Natural (XXXIV, 52) , tras describir la escultura de la época clásica. Sin embargo, muchas de las más conocidas obras de arte griego pertenecen a este periodo: el Laoconte y sus hijos del Vaticano, la Venus de Milo o incluso la Victoria de Samotracia.
La Escultura
Las primeras esculturas griegas datan del
siglo IX a. C. y fueron pequeñas figuras humanas hechas en materiales muy
maleables tales como la arcilla, el marfil o la cera.
-
Mitológico: dioses y héroes griegos
-
Temas cotidianos: competiciones de atletas.
-
Figura humana: generalmente desnuda.
-
Temas militares.
-
Retrato. Es muy tardío (finales del siglo V).
El
estilo arcaico está caracterizado por la representación de los jóvenes atletas
vencedores en los juegos. Se trata de figuras rígidas que con el paso del
tiempo alcanzan mayor dinamismo. Lo que prima en estas obras es la perfecta
proporción basada en la simetría.
El
objetivo que se persigue es la perfección del cuerpo humano y la expresión del
rostro. Estas esculturas siguen el principio de la llamada ley de la
frontalidad, conservando los brazos pegados al cuerpo y rígidos, avanzando
habitualmente la pierna izquierda.
Estas figuras guardaban un gran parecido con
las esculturas egipcias que habían servido de modelo.
El estilo clásico es el momento de los
grandes autores, suponiendo el hito de la escultura griega. A Mirón y Policleto
debemos el dominio del cuerpo humano que caracteriza este periodo. Mirón se
especializará en el movimiento, siendo su obra más famosa el Discóbolo.
En el estilo clásico, siglos V y IV a. C.,
la estatuaria griega fue tomando un carácter propio y abandonó definitivamente
los primitivos patrones orientales. Gracias al estudio de las proporciones se
pudo copiar fielmente la anatomía humana y los rostros ganaron definitivamente
en expresividad y realismo.
En
este período se introdujo el concepto de "contrapposto. Se trataba de una
posición por la cual la escultura se apoyaba totalmente sobre una pierna,
dejando la otra libre. Con esto se consiguió que el principio del dinamismo
cobrara forma en las representaciones de atletas en plena acción. Algunos de
los grandes artistas del clasicismo fueron Policleto, Mirón, Praxíteles y
Fidias y Lisipo.
Esculturas Griegas
Con Fidias culminan los esfuerzos hacia la
conquista de la belleza, consiguiendo las figuras más equilibradas y perfectas.
Será el autor de la decoración del Partenón, donde establece la técnica de los
paños mojados que inciden en el estudio de la anatomía sin recurrir al desnudo.
Algunas de sus obras eran de carácter monumental como la Atenea Partenos que
hizo para el Partenón en oro y marfil, alcanzando los 15 metros de altura.
Durante el período helenístico (siglo III a.
C.) se enfatizaron y sofisticaron las formas heredadas del clasicismo. Así,
producto de esta adaptación, surgieron obras de inigualable monumentalidad y
belleza, como "El coloso de Rodas", de treinta y dos metros de altura
La Arquitectura
La arquitectura griega vendrá determinada
por el equilibrio, el orden, la proporción y la medida.
El
material preferido será el mármol.
El monumento más importante para los
griegos es el templo y allí se crearon los órdenes clásicos, la sucesión de las
diferentes partes del soporte y de la techumbre según tres estilos diferentes
denominados dórico, jónico y corintio.
La cubierta es de tipo a dos aguas por lo
que se forma en las fachadas el frontón, en cuyo tímpano aparecen relieves.
A
veces el fuste de la columna es reemplazado por figuras. Si son masculinas se
denominan atlantes o telamones mientras que si se trata de figuras femeninas se
llaman cariátides.
2 -
La nao o cella dividido habitualmente en diferentes naves separadas con
columna. En su interior se situán la estatua del dios al que va dedicado el
templo
3 -
El opistodomo, estructura similar al pronao pero en el lado opuesto. Era
utilizado habitualmente para guardar los tesoros de la ciudad o del templo.
Arquitectura de los templos
griegos
El más famoso de los templos griegos es el
Partenón de Atenas, levantado en honor de la diosa Atenea Partenos por los
arquitectos Ictinos y Calícrates, siguiendo las órdenes de Pericles. Es de
orden dórico y está realizado en mármol blanco del Pentélico mientras que las
tejas son de mármol de Paros.
Otros ejemplos de templos importantes son
el templo de Apolo en Figalia, el Erecteion ateniense, de orden jónico, el de
Apolo en Dídima o el de Zeus en Pérgamo.
Otros tipos de arquitectura griega son el
teatro, los sepulcros y las acrópolis.
La Pintura
Para hablar de la pintura griega es
necesario hacer referencia a la cerámica, ya que precisamente en la decoración
de ánforas, platos y vasijas, cuya comercialización era un negocio muy
productivo en la antigua Grecia, fue donde pudo desarrollarse este arte.
Al principio los diseños y dibujos eran
elementales formas geométricas que apenas destacaban sobre la superficie.
En el período arcaico ( siglos VII y VI a.
C. ), se incluyó la figura humana, de un grafismo muy estilizado. En medio de
las nuevas tendencias naturalistas, ésta cobró mayor importancia al servicio de
la representaciones mitológicas.
La
cerámica griega alcanzó un importante desarrollo. A lo largo del siglo VI a. C.
los ceramistas atenienses impondrán su estilo, caracterizado por las figuras
negras sobre fondo rojizo. El cuerpo del vaso sirve para representar toda clase
de temas, imponiéndose lo narrativo sobre lo decorativo.
A finales de este siglo se produce un
cambio significativo en el cromatismo de las piezas ya que las figuras tendrán
el color rojo del barro y el fondo se pintará de negro. Polignoto será la
primera gran figura, dotando al dibujo de un importante papel y limitando los
colores al rojo, el blanco, el negro y el amarillo.
Sin embargo no se produce ningún cambio en
la temática ni en la disposición de los asuntos en las piezas. Los lékythos
tienen un carácter exclusivamente funerario ya que sirven para guardar las
cenizas del difunto. Al ser alargado, deforma menos la figura e incluye
policromía con azules, amarillos, ocres o morados.
Con
el paso del tiempo, las figuras se fueron enriqueciendo progresivamente hasta
cobrar volumen. Aparecieron, entonces, los primeros dibujos de plantas y
animales enmarcados por guardas denominadas "meandros".
Las
escenas se organizaron en franjas horizontales paralelas que permitían su
lectura girando la pieza de cerámica. Con el reemplazo del punzón por el pincel
los trazados se volvieron más exactos y detallistas. Pintura griega
Las piezas de cerámica pintadas comienzan
a experimentar una notable decadencia durante el clasicismo (siglos IV y V a.
C.) para resurgir triunfantes en el período helenístico (siglo III), totalmente
renovadas, plenas de color y ricamente decoradas.
ROMA
El Foro romano, un ejemplo de arquitectura que perdura hasta nuestros días.
Esculturas en el Stadio dei Marmi, Roma.
Arte de la Antigua Roma
Las primeras manifestaciones del arte romano nacen bajo el influjo del Arte etrusco, enseguida contagiado del arte griego, que conocieron en las colonias de la Magna Grecia del sur de Italia, que Roma conquistó en el proceso de unificación territorial de la península, durante los siglos IV y III a. C. La influencia griega se acrecienta cuando, en el siglo II a. C., Roma ocupa Macedonia y Grecia.
El Arte Romano tiene su principal
manifestación en la arquitectura, tanto religiosa, como civil. Pero además
también realizaron otras obras importantes como la escultura y en menor medida
la pintura.
Arquitectura
La arquitectura romana es un testimonio significativo de la civilización romana. Se caracteriza por lo grandioso de las edificaciones, y su solidez que ha permitido que muchas de ellas perduren hasta nuestros días.
En la arquitectura Romana predomina la
arquitectura civil, quedando la arquitectura religioso a un segundo plano no
menos importante.
Existen novedades en los materiales, utilizan
el mortero romano y el ladrillo se revestía con losas de mármol, pero mantiene
los elementos formales de la cultura helenística (órdenes arquitectónicos) pero
empleados de forma ornamental.
Además, utiliza los principales elementos
etruscos.
Una
diferencia significativa con los griegos es que los romanos daban más
importancia al espacio interior que al exterior. Incorporan la cúpula, el arco
de medio punto y la bóveda de medio cañón, de origen etrusco.
Los
romanos utilizaron los conocidos órdenes arquitectónicos griegos y los
modificaron. De esta forma surge el orden toscano como variante etrusca del
dórico griego. Éste tiene basa, fuste liso con éntasis y capitel parecido al
dórico.
*El
orden jónico tiene volutas colgantes dispuestas diagonalmente (como el jónico
de esquina). Su fuste es liso o estriado y tiene basa con plinto.
*El
orden corintio es el orden más utilizado. Tiene el fuste liso o estriado, basa
y plinto y capitel de hojas de acanto con perfil muy rizado.
*Aparece el orden compuesto, que es el
resultado de la combinación del jónico y el corintio. Este orden siempre lleva
basa y el fuste es estriado o liso.
Las
casas conservan elementos griegos y etruscos. La domus era la vivienda patricia
unifamiliar. Las ínsulas eran las casas de alquiler para ciudadanos modestos y
las villa eran casas de campo, el centro de los latifundios patricios.
En
las ciudades, el urbanismo busca nuevas plantas en cuadrícula con dos ejes
principales (decumanus máximus y cardo).
En
el centro estaba el foro delimitado por los edificios públicos civiles y
religiosos.
Crearon la red de alcantarillado y las
ciudades amuralladas.
Los
enterramientos se hacían dependiendo de la categoría social del enterrado. Así,
las grandes tumbas estaban al lado de las vías principales, las clases bajas
eran enterradas en cementerios a las afueras.
Circo: procede del hipódromo griego y
servía para las carreras de carros.
Las termas: baños públicos. (frigidarium,
caldarium, tepidarium).
La basílica: sala de reunión, comercio y
justicia de origen helenístico. Tres naves separadas por columnas.
Teatro: toma como modelo el griego pero
normalmente usa las bóvedas superpuestas para construir el graderío en terreno
plano sin usar la ladera de una montaña como los griegos.
Anfiteatro: edificio romano original que
servía para el desarrollo de espectáculos sangrientos.
En la arquitectura religiosa, la
construcción más significativa fueron los templos.
Se
trata de una adaptación del templo griego con retoques etruscos. Los modelos
griegos de planta rectangular o circular se mantuvieron, así como los órdenes y
la forma de los arquitrabes.
Los
romanos utilizaron el diseño de las ciudades griegas basado en la planta
hipodámica, aunque concebido de forma más rígida ya que estaban muy influidos
por la configuración de los campamentos militares de origen etrusco.
El
eje de la ciudad era definido por dos vías principales: el cardo y el decumano;
a partir de ellas se organizaban las calles secundarias que formaban un plano
cuadriculado. Templo Romano.
A diferencia de en las ciudades griegas,
los templos y los edificios lúdicos estaban integrados dentro de la ciudad.
Mientras que los griegos buscaban lugares
elevados y aislados para ubicarlos, los romanos los ubicaron integrados en el
foro de la ciudad. La fachada principal era la de la entrada, mientras que las
demás quedaban relegadas.
La escultura en la Antigua Roma, lo mismo que la arquitectura, es original en el espíritu de su finalidad, pero en ella pesan mucho las inspiraciones etruscas y griegas, siendo buena parte de la producción escultórica romana copia de originales griegos.
Se conservan muchas esculturas romanas, fabricadas principalmente en mármol y en menor medida en bronce, si bien parte de ellas están dañadas. Son frecuentes el retrato y el relieve histórico narrativo, en los que los romanos fueron grandes creadores (como la Columna de Trajano, entre muchas). Hay también variedad de esculturas sobre emperadores romanos.
La escultura romana destacó sobre la
griega en lo relativo a la creación de la escultura-retrato.
Los
materiales más utilizados en el retrato romano fueron el bronce y el mármol.
Las estatuas eran apolícromas, es decir, carecían de colores, excepto al
principio en que los ojos sí se coloreaban, práctica que más tarde se abandonó
para ser tallados.
Al
principio, la escultura romana de retrato sólo representaba la cabeza y parte
del cuello. Al tiempo se avanzó en la representación de todo el busto,
incluyendo hombros y pecho.
También se esculpieron esculturas de cuerpo
entero, en las que el personaje podía estar de pie o sentado, aunque hay que
decir que es más frecuente el retrato sedente en mujeres que en hombres.
La escultura romana del retrato nació para
el emperador y luego se adaptó a otro tipo de personajes que podían costearse
el trabajo de los artistas. De ahí que sea importante conocer los tipos de
retratos que se hicieron a los emperadores porque luego, en menor o mayor
medida se adaptaron al resto.
También existen indicios del empleo del
retrato ecuestre del emperador, pero sólo ha llegado a nuestros tiempos un solo
ejemplar.
La
influencia de esta representación de poder tuvo un gran desarrollo en la
escultura de etapas posteriores donde fue muy frecuente la representación de
los monarcas o de grandes señores cabalgando a lomos de su caballo.
El
mosaico es otra de las artes más brillantes del mundo romano. Las villas
tardorromanas tuvieron frecuentemente sus suelos cubiertos por hermosos
mosaicos con figuras geométricas, escenas de caza, mitológicas, etc. Mosaico
Romano.
Pintura
Como las demás artes, sufrió de gran inspiración griega. Se divide generalmente en tres períodos o estilos:
• Primer estilo o de incrustaciones
• Segundo estilo o arquitectónico
• Tercer estilo u ornamental
• Cuarto estilo o del ilusionismo arquitectónico
En cuanto a la pintura, a pesar de su
antigüedad, la pintura romana, descendiente y heredera de la griega, poseía una
técnica depurada, (mejor que la posterior medieval) y representaba todo tipo de
temas con una maestría que, aún hoy, nos sorprende.
Los
artistas romanos representaban los temas, tanto escenas cotidianas,
mitológicas, paisajes, bélicas, como eróticas, cómicas, etc. Muchas veces las
pinturas eran simulaciones de mármoles, de arquitecturas, de cuadros colgados o
de jardines imaginarios.
Los
artistas de las ciudades romanas solían pintar sobre las paredes de las
habitaciones de las casas mediante la técnica del fresco. A veces hasta siete
capas sustentaban las pinturas y se utilizaba la cal y el jabón de cera.
Los
colores empleados son muy vivos y variados y muchas veces se conseguía plasmar
la sensación de tridimensionalidad y de perspectiva.
En Oriente (Asia) se desarrolló con igual ímpetu y casi en el mismo tiempo que las expresiones del mundo clásico occidental, entre su multitud de exponentes destacan:
INDIA
Arte de la India
El extenso alcance del arte de la India está relacionado con su historia, las religiones y las filosofías culturales que ponen la producción y el patrocinio del arte en contextos sociales y culturales. El arte indio se puede clasificar en los períodos específicos cada uno reflejando progresos religiosos, políticos y culturales.
• Hinduismo y Budismo del período antiguo (3500 a. C. - presente)
• Predominancia islámica (712-1757)
• El período colonial (1757-1947)
• Independencia y el período postcolonial (Post-1947)
• Arte moderno y de postmoderno en la India.
Cada período es único en arte, literatura y arquitectura.
El arte y la cultura india están
influenciadas en gran medida por las religiones que predominan en este país,
especialmente por el budismo.
Las
primeras manifestaciones artísticas indias son las plasmadas por la Cultura
Harappa en cerámicas y sellos grabados.
Durante el Período Védico se escribieron
libros sagrados que actualmente tienen una gran importancia dentro de la
cultura india, como el Mahabharata y el Ramayana. Mientras que en el Imperio
Maurya se produce el desarrollo de las artes.
Pintura
Las pinturas indias más tempranas eran las pinturas de épocas prehistóricas, los petroglifos de rocas según lo encontrado en lugares como Bhimbetka, y algunos de ellos tienen antigüedades que se remontan al 5500 a. C.
Tal tipo de trabajos se continuaron durante milenios, de modo que en el siglo VII a. C. fueron tallados los pilares de Ellora (en territorio del actual estado del Maharashtra). Por su parte Ajantā es un refinado ejemplo de la pintura parietal india caracterizada por lo meditado en la composición cromática de sus frescos, que se resaltan con las variadas veladuras rojas y anaranjadas obtenidas a partir de pigmentos minerales.
La
pintura india se desarrolla principalmente sobre frescos, tejidos y
manuscritos. Los temas representados suelen ser motivos religiosos, grandes
hazañas o elementos de la naturaleza.
Cultura Maya: Arquitectura India
Literatura
La literatura budista de la India está repleta con ejemplos de los textos que describen que los palacios de reyes y de la clase aristocrática fueron embellecidos con las pinturas, pero no han sobrevivido en gran parte. Pero, se cree que una cierta forma de pintura del arte fue practicada durante ese tiempo.
La producción literaria hindú puede dividirse de la siguiente manera:
• Primer período o período védico: comprende la literatura anterior al siglo IV a. C. y sus obras más representativas son Los Vedas, Los Brahmanas, Los Purumas, Los Upanishad, Los Sutras, el Código de Manú. Se caracteriza por sus dotes de sabiduría y religión.
• Segundo período o período épico: se conoce como tal por las dos epopeyas famosas: El Rāmāyana y El Mahabhárata, además de algunos otros textos que al igual que los anteriores se caracterizan por tratar aventuras de grandes héroes que buscan la perfección espiritual.
• Tercer período o período de sánscrito clásico: se cultivan cuatro géneros literarios: poesía, lírica, fábula y drama.
La literatura propia de la India se
desarrolló en sus orígenes en manuscritos grabados en hojas de palmera o
pergamino, guardados en planchas de madera y envueltos en tejidos., lo que ha
permitido conservarlos a lo largo del tiempo.
Música
La música de la India incluye variedades múltiples. La tradición de la música clásica de la India, tiene una historia de desarrollo durante milenios y, convertida sobre varias eras, sigue siendo fundamental a las vidas de los indios hoy como fuente de la inspiración religiosa, de la expresión cultural y de la hospitalidad pura. La India se compone de varias docenas de grupos étnicos, hablando sus propias idiomas y dialectos. Junto a formas obviamente subcontinental hay influencias importantes de la música persa, árabe y británica. Los géneros indios como filmi y bhangra han llegado a ser populares a través de la Asia de Reino Unido y alrededor del mundo.
La Arquitectura.
En cuanto a la arquitectura, se utiliza
fundamentalmente la piedra y temas decorativos como la palmeta, capiteles
zoomorfos, principios de la doctrina budista y leones que simbolizan a
Buda.
Es en esta época cuando se desarrolla el
budismo y comienzan a aparecer las construcciones típicas de esta religión, así
como representaciones de Buda, ya sean simbólicas o humanas (en forma de monje
con el hombro derecho descubierto y la palma de la mano extendida hacia el fiel
para demostrar que no se tienen miedo).
La invasión musulmana deja también su
huella en el arte de la India, por lo que nos encontramos con elementos
islámicos como alminares y bóvedas junto a mandapas y arcos de kudú,
típicamente hindúes.
Surge el dominio del Imperio Mongol y se
empiezan a utilizar materiales como el mármol blanco y las piedras preciosas en
la construcción. Estos dos estilos, el islámico y el mongol, se unen dando
lugar a construcciones únicas en el mundo como el Taj Mahal o el Fuerte Rojo de
Delhi.
Es en esta época cuando se desarrolla el
budismo y comienzan a aparecer las construcciones típicas de esta religión, así
como representaciones de Buda, ya sean simbólicas o humanas (en forma de monje
con el hombro derecho descubierto y la palma de la mano extendida hacia el fiel
para demostrar que no se tienen miedo).
La invasión musulmana deja también su
huella en el arte de la India, por lo que nos encontramos con elementos
islámicos como alminares y bóvedas junto a mandapas y arcos de kudú,
típicamente hindúes.
Surge el dominio del Imperio Mongol y se
empiezan a utilizar materiales como el mármol blanco y las piedras preciosas en
la construcción. Estos dos estilos, el islámico y el mongol, se unen dando
lugar a construcciones únicas en el mundo como el Taj Mahal o el Fuerte Rojo de
Delhi.
Cronológicamente desde mediados del III
milenio a.C., se desarrolló al noroeste de la India, en el valle del Indo, una
civilización afín con las formas mesopotámicas. Esta nueva cultura del Indo
sería tan antigua como la referida mesopotámica, según han revelado las
excavaciones emprendidas desde 1921 en Harappa, en el Punjab, y desde 1924 en
Mohenjo-Daro, en el Sind.
Probablemente se inició hacia el año 3000
a.C. en Harappa, y antes del 2700 a.C. en Mohenjo-Daro; tuvo una organización
urbana muy adelantada, con edificaciones de ladrillo y una cerámica pintada de
gran perfección. Las ciudades de esta Cultura del Indo tienen un plano regular
con calles paralelas que se cortan en ángulo recto, están provistas de grandes
estanques y piscinas, de un sistema perfecto de desagües, y en algunas se han
conservado grandes obras de fortificación, como en Harappa, donde las murallas
miden 14 m de anchura.
Las
viviendas que había fuera de las ciudadelas, estaban construidas con barro,
paja y ladrillos; se hallaban en pequeñas y apretadas callejuelas y llegaron a
tener tres pisos.
En el primer piso, las casas tenían una
conexión con el alcantarillado de la ciudad y también un desagüe que evacuaba
el cuarto de baño. Los muros de adobe, además, poseía un complejo sistema de
drenaje para evacuar las aguas lluvias.
La Escultura
En el campo del arte, los indios se
caracterizaron por desarrollar imágenes de los diversos dioses y por el gusto
de adornar coloridamente el cuerpo; utilizaban gemas coloreadas, aretes y
zarcillos, y joyería con diseños que incorporaban lunas en cuarto creciente,
discos solares, arcos, cúpulas y deidades con aureolas. En cuanto a su
artesanía trabajaron los tejidos de algodón y alcanzando grandes avances en la
metalurgia.
La escultura iniciada en estas dos
ciudades es digna de mención con vestigios importantes como bustos de ancianos
con barba y torsos juveniles que, junto a un concepto completamente clásico de
la escultura humana, demuestran un envidiable dominio del modelado.
Destacaremos como ejemplo la figura de bronce de una joven danzarina desnuda,
con una gran cabellera y el brazo izquierdo lleno de anchos brazaletes, que fue
hallada en Mohenjo-Daro. Tanto en Harappa. En Mohenjo-Daro han llegado hasta
nosotros sellos grabados hallados en abundancia, con figuras de animales
(rinoceronte, toro, elefante, etc.), que demuestran la existencia de una
escritura, cuyos signos no se han logrado descifrar.
Esta cultura del Indo desapareció hacia el
año 1500 a.C., coincidiendo con la llegada de los pueblos indoeuropeos. Éstos
provienen de un movimiento de poblaciones de las estepas euro-asiáticas, que
desembocaron por oleadas sucesivas en las costas norte del Mediterráneo,
recibiendo en Gracia el nombre de dorios y en el Oriente Medio hititas. En la
India, donde penetraron por los pasos del noroeste, desplazaron a las
poblaciones autóctonas hacia el sur. Socialmente estos pueblos, que se
denominaban a sí mismos arya, en sánscrito "noble", estaban divididos
en castas: brahmana (sacerdotes), kshatriya (guerreros) y vaisya (hombres
corrientes, ganaderos y agricultores). Frente a estos tres grupos estaban la
Sudra, despreciados y humillados como esclavos.
Desde la destrucción de las ciudades del
Indo hasta el siglo III a.C., prácticamente no se ha encontrado nada en la
India. Se trata de un vacío en la historia del arte que resulta muy difícil de
cubrir y del que no se puede extraer más que conjeturas de difícil
comprobación. Sin embargo, ese milenio largo sentó los principios fundamentales
del hinduismo y es conocido como período védíco a causa de las cuatro grandes
colecciones de himnos, oraciones, fórmulas rituales y hechizos mágicos que
reciben el nombre de Vedas. El término se aplica a las cuatro colecciones
(samhitas) de himnos y oraciones compuestas con diferentes propósitos rituales:
el Rig-Veda, el Sama-Veda, el Yajur-Veda, y el Atharva-Veda. De éstos, sólo los
primeros tres fueron considerados originalmente como canónicos; el cuarto
obtuvo esta posición tras una gran lucha. Estas recopilaciones son
desconcertantes para Occidente ya que, a diferencia de las otras literaturas
sagradas de las grandes religiones, no mencionan acontecimientos históricos.
Más adelante, ya en el siglo VI a.C.,
aparecieron en el norte de la India dos fenómenos religiosos heterodoxos: el
Budismo y el Jainismo. El primero fue fundado por el príncipe Siddharta,
llamado el Buda (el Iluminado), que rechazó radicalmente el sistema de las
castas y enseñó que la aceptación de la vida y el dominio sobre sí mismo son
más importantes que la fe. Por tanto, suponía el reverso de lo que propugnaba
el brahmanismo, en el que el núcleo de la sociedad debía ser el sistema de
castas y, por tanto, el ejercicio del poder para mantener dicha estructura.
Por otra parte, el jainismo, es la reforma
realizada por un genio religioso, Vardhamana, también llamado Jiña el
Victorioso, cuyo ascetismo era muy severo y predicaba la doctrina de la
omni-sensibilidad y la moral de la no violencia. La ascesis que practicaban los
seguidores del jainismo estaba basada en la idea de que el sufrimiento que
padecen las personas en la tierra es producto de la unión entre cuerpo y alma,
por lo que el objetivo debe ser la liberación del cuerpo, a la espera de la
liberación final que llegará con la muerte.
Cultura Gandhara
La época dorada de la cultura de Gandhara,
desarrollada entre el 300 a.C. y el 500 d.C., fue entre los siglos I al V de
nuestra era. La histórica y ya legendaria Gandhara tenía su centro en la cuenca
de la actual ciudad de Peshawar, al noroeste de Pakistán, y se extendía hasta
el centro de Afganistán hacia occidente y los valles del Punyab y Swat hacia el
noreste.
Los tristemente famosos budas gigantes de
Bamiyan, dinamitados por el ya derrocado régimen talibán de Afganistán en 2001,
eran hasta entonces uno de los más espectaculares testimonios de la cultura de
Gandhara.
CHINA
Arte de China
El arte en China esta fundamentalmente compuesto por objetos de bronce, jade y hueso, que recogieron el espíritu y efecto buscado en los rituales chamanistas.
Como complemento tanto la diversificación de las formas como la iconografía con la que se adornaban correspondían a los principios de jerarquización social y uso ritual que caracterizó los inicios de la civilización china con la Dinastía Chang y la Dinastía Zhou. En esta última dinastía surgen las escuelas de filosofía que profundizando sobre la relación del individuo con su entorno y la consideración social del mismo, establecerán los fundamentos teóricos sobre los que siglos más tarde se influiría la forma china del arte.
En el campo de las artes, el territorio
chino destaco, no sólo en la arquitectura y escultura, sino que la porcelana y
la seda, ambas utilizadas para fabricar artículos suntuarios, tienen su origen
también durante aquellos decenios. La porcelana se creó durante la dinastía
Chang en el segundo milenio a. de C. Mientras que los antiguos métodos eran
primitivos, la fabricación de porcelana avanzada fue posible gracias al
desarrollo de hornos especializados que podían cocer caolín, un tipo de arcilla
blanca, a temperaturas de alrededor de 1.200 grados, para obtener un material
duro y sin poros. La primera verdadera porcelana fue producida durante la
Dinastía Tang, cuando los alfareros chinos aprendieron a controlar el contenido
de hierro que reduce la interferencia del color, dando por resultado la
blancura. La fabricación de la porcelana fue finalmente dominada durante la Dinastía
Ming y, la de alta calidad, se exportó a Japón y a Europa.
La Caligrafía
Las primeras manifestaciones de caligrafía
china se encuentran sobre huesos pertenecientes a la Edad de Bronce, durante la
dinastía Shang, del siglo XVII al XI a.C. Mientras que los primeros pictogramas
que se descubren son imágenes simples que permiten apreciar un vocabulario
extenso al conceptualizarse objetos concretos y abstractos mediante la
combinación de unos pictogramas con otros. Por otro lado las ideas complejas se
obtienen mediante la unión de dos o más símbolos. Se descubre así que el
concepto de "Hombre" (Ren) en combinación con el concepto de
"Árbol" (Wu) significa "Descansar" - Xiuxi. La escritura
china, los ideogramas, no son signos que representan fonemas: Los signos del
sistema de escritura chino no representan sonidos sino conceptos. Es decir, el
signo tiene naturaleza conceptual, de significado y no guarda relación directa
con el sonido.
Porcelana
La porcelana china representa un componente central del arte y de la cultura de China. Se convirtió en el modelo de la producción de la porcelana también en el occidente.
La porcelana de China está compuesta generalmente de caolín o cuarzo. El caolín es capaz de soportar las cantidades grandes de agua debido a su estructura granular de en relación con la admisión a la masa del trabajo y su maleabilidad. El cuarzo disminuye la maleabilidad del material mientras se produce la disminución del volumen al secarse y quemarse.
La Pintura
Los origines de la pintura tradicional se
remontan a las más tempranas épocas de la antigüedad. Podemos decir que las
obras anteriores a la dinastía T'ang, en el periodo 618-907, son dibujos de
líneas producidos por personas que se dedican a otras actividades. Durante la
primera mitad de la dinastía T'ang, el paisaje y las pinturas que representaban
flores y pájaros comenzaron a ganar importancia. Los cuadros con montañas,
bosques, campos y jardines nos permiten evadirnos de este mundo y penetrar en
el reino de la paz y la tranquilidad. También son muy admirados los árboles,
piedras, praderas, flores pájaros y otros animales que aparecen en las
pinturas, dotadas de gran viveza y energía. Así pues, las tres categorías
principales de la pintura tradicional china serían el paisaje, flores y pájaros
junto a las representaciones de figuras humanas durante la primera época.
Artes Decorativas
Otro tipo de arte, al que podríamos
incluir dentro de las artes decorativas será el desarrollo del mueble
tradicional que evolucionó de la simplicidad a la complejidad y estuvo
estrechamente ligado al estilo de vida y a los cambios económicos y culturales
de China a lo largo de su historia. Con anterioridad a la dinastía T'ang, lo
más frecuente era que los chinos se sentasen en el suelo sobre esterillas de
paja. Tras el período de los Reinos combatientes (475-221 a. de C.), comenzó a
generalizarse el uso de camas y sofás como asientos. En tiempos de la dinastía
Wei-Chin (220-420) y de las dinastías del norte y del sur (420-589), comenzaron
a penetrar en China las sillas de estilo occidental, las sillas de tijera y
otros tipos de asientos. A partir de este momento, los asuntos cotidianos de
los chinos pasaron a decidirse desde sillas en lugar de desde el suelo, con las
piernas cruzadas.
Los
muebles Ming destacaron por su línea sencilla, uniforme, sin rupturas y por su
decoración parca y elegante, todo lo cual tiende a realzar sus magníficas
características de construcción. Durante la dinastía Ch'ing, debido a la
influencia del floreciente comercio exterior chino y al avance de las técnicas
artesanales, se pasó a una decoración rica y compleja que incluía tallados. A
causa del gran desarrollo del mueble chino con las dinastías Ming y Ch'ing, la
mayor parte del diseño actual de muebles chinos permanece dentro de esta línea
artesanal.
La Arquitectura
La arquitectura china se entiende como un
estilo de arquitectura que ha tomado forma en el este de Asia durante muchos
siglos, la cual es compartida con países vecinos. Los principios estructurales
de la arquitectura china se han mantenido prácticamente sin cambios, siendo los
cambios principales los acaecidos en las artes decorativas. A partir de la
dinastía Tang, la arquitectura china ha tenido una gran influencia en los
estilos arquitectónicos de Corea, Vietnam y Japón. Más de la vasta zona de
Turkestán a Japón, desde Manchuria hasta la mitad norte de la Indochina
francesa, el mismo sistema de construcción es frecuente. De todas las fuentes
de información, literarias o gráficas, existe una fuerte evidencia que acredita
el hecho de que los chinos siempre han empleado un sistema autóctono de la
construcción que ha mantenido sus principales características, desde la
prehistoria hasta la actualidad.
La Escultura
La escultura en piedra se inició como
majestuosa y representativa decoración de los caminos funerarios de las tumbas
imperiales en la dinastía Han. Grandes animales reales y mitológicos,
representación de los estamentos sociales -letrados, militares, extranjeros,
etc.- fueron los temas elegidos para dignificar el poder. De todo ello son
muestra las esculturas que flanquean el camino de los espíritus de las
dinastías Han, Tang y especialmente las tumbas Ming, así como la escultura
representativa de los palacios imperiales
Bibliografía
Larousse. Enciclopedia Ilustrada Artes y Obras Maestras, Ediciones Larousse Chile S.A.
Javier López, Enrique Arias. El Mundo de la Opera, Grupo Z S.A. B-9150-1993.
American Photographic Book, Eastman Kodak Co.. Enciclopedia Práctica de la Fotografía, Salvat Editores S.A. 84-345-3949-7.
Varios (2005). Historia Universal, Lima, Perú: Salvat Editores. ISBN 99727520
PÉREZ Balda, R Educación Artística 8° Grado Editorial Larens Caracas 1997. 336 páginas.
FELICE, Antonio Educación Artística 8° Grado Editorial Biosfera. Caracas 1995. 198 páginas.
MILLAN, C Historia del Arte Ciclo Diversificado. Editorial Eneva. Caracas 1973. 334 páginas.
Fuentes cibernéticas:
www.tareasonline.com. Mesopotamia y su arquitectura, escultura, pintura y orfebrería.
www.profesorenlinea.net Mesopotami
Enciclopedia Salvat, España 1976
Nueva Enciclopedia Autodidacta Quillet, tomo IV, Ed. Cumbre, S.A. México 1982
Ciencias Sociales, Culturas, Sociedades y Naciones SEP. De. Porrúa México 1984
Nueva Enciclopedia Temática Tomo 8, De. Cumbre, S.A. México 198
Historia del Mundo, Ernest J. Görlich España 1967, ediciones m.r.
Muy Interesante, Especial, Antiguo Egipto, México.
El Hombre Origen y misterios, egipcios. Tomo 2 De. Uteha. S.A. de C.V. España 1983
Atlas culturales del mundo, Egipto, dioses, templos y faraones Volumen I De. Folio1990
Atlas culturales del mundo, Egipto, dioses, templos y faraones Volumen II Ed. Folio 1990
Historia 2, Alicia Gojman Goldberg, nutesa México 1987
Tiempos Lugares y gente 1, Fernandez editores, SEP México 1995
Los últimos enigmas. Selecciones del Reader´s Digest. México, 1978.
Español activo II. Lucero Lozano. Ed. Porrúa. México, 1991.
Ciencias sociales II. Teresa Silva. Ed. Trillas. México, 1988.
Hola Keines, excelente trabajo, le felicito, seguro que sus estudiantes apreciaran este tema.
ResponderEliminarDavid